Redacción de RiojaLibre
¿Con qué autoridad moral puedo denunciar hechos de Corrupción si recibo 22 millones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que NO puedo justificar? ¿Con qué autoridad moral puedo disfrazarme de ambientalista y denunciar contaminación en Famatina, cuando mi propia empresa contamina con soda caustica y ácido muriático el Río Colorado en Villa Mazán?
Esas dos preguntas son las que ponen sobre el tapete la doble moral que azota a la oposición, tanto nacional como riojana. En La Rioja tenemos el agravante que la fortuna de Olivares (‘contaminada’) es la que financia gran parte de las campañas políticas de Fuerza Cívica Riojana. Solo así se explica que un dirigente totalmente desconocido por la opinión pública sea el primer candidato a Diputado Nacional, enfrentando a los dos dirigentes más importantes de La Rioja: Beder Herrera y Ricardo Quintela.
¿Por qué no fue Bordagaray el candidato de FCR? ¿Por qué Macela Crabbe no encabezó la lista de Diputados? ¿Por qué no Carina Díaz Moreno? Los tres son auténticos dirigentes anti mineros y protagonistas estelares en la lucha contra las multinacionales mineras que quisieron entrar en Famatina. Pero ninguno de los tres tiene la ‘fortuna’ que tiene Olivares, que aportó millones de pesos en las campañas de Martínez.
El lugar que ocupa Olivares le garantiza (a pesar de perder la elección) mantener su banca en el Congreso. La oposición riojana elige tener a un representante en la Cámara Baja de la Nación que CONTAMINA Villa Mazán. Martínez e Inés eligen el poder del dinero de Olivares ante los principios ambientalistas de Bordagaray, Crabbe o Díaz Moreno. Pareciera no importar que ese ‘poder del dinero’ contamina, literalmente.
Si recordamos que hace una semana Ramón Brizuela y Doria juró nuevamente como vocal en el Tribunal de Cuenta, se eleva aún más la hipocresía de la oposición. Más allá de todo el ‘circo’ que hace en los medios, Martínez y compañía decidieron darle los únicos dos lugares importantes que consiguieron este año a un radical bederizado (en seis años, Ramón Brizuela y Doria no presentó una sola denuncia contra el bederismo) y a un adinerado contaminador. FCR usa al pueblo para alimentar el odio y ganar espacio en los medios, pero a la hora de ‘elegir’ puestos claves, se vuelcan por esos que el ‘pueblo’ tanto odia: un radical bederizado y un empresario contaminador.
El caso Niembro tiene a Macri en la encrucijada. El caso Olivares -por ahora- solo incomoda a Martínez. Niembro debió bajar su candidatura para no terminar de hundir a Macri. ¿Qué hará Olivares?