Funcionarios, diputados, intendentes, concejales y todo aquel que tiene una relación política con el gobierno provincial advirtieron que “no hay plata para nadie”, salvo para el pago de los salarios de los empleados estatales, que no hacerlo provocaría un estallido social.
Es una decisión personal tomada por el gobernador Luis Beder Herrera, tras su derrota como candidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria frente a la lista del partido Fuerza Cívica Riojana.
Beder Herrera bajó toda autorización dada previamente, al acusar a todos de traidores por su caída electoral el domingo pasado, que lo dejó al borde de la jubilación.
El mandatario puso a todos en el mismo sitial, a raíz de haber perdido frente al diputado radical Héctor Olivares, un desconocido previo a las PASO y que hoy junto a Karina Molina –ex funcionaria de Beder Herrera- son quienes entrarán a la Cámara Baja por la mayoría.
Ni Copa Argentina, ni Luis Miguel, ni Boca Juniors, ni inauguraciones y todo tipo de gasto que se genere hasta el 10 de diciembre fueron autorizados por el gobernador, que no puede digerir la forma que dejará el gobierno.
Solo está garantizado el pago de sueldos a los empleados estatales, ya que hacer una jugada con ese compromiso provocaría un estallido social.
Ministros, secretarios, directores, presidentes de SAPEM, titulares de organismos descentralizados se quejan por la falta de recursos, como así también los jefes comunales y legisladores que encuentran al gobernador de malhumor.
El miércoles pasado se había convocado a una reunión política en la Residencia Oficial, pero fue suspendida en forma sorpresiva. Ahora se reprogramó para el lunes a las 18, pero se desconoce si estará Beder Herrera que tiene muy alto el dedo acusador.
Pese que ganó en la mayoría de los departamentos, el mandatario descree de los resultados debido que son muchos menos votos que el 5 de julio, en donde se consagró a Sergio Casas como gobernador.
Ni hablar en donde perdió, como en Capital y Chilecito, que son departamentos claves. La mayoría de los funcionarios son capitalinos y chileciteños y no hay perdón por la falta de compromiso electoral con el jefe del proyecto político.
“Ya los ayudé mucho”, habría dicho Beder Herrera a la hora de cerrar la caja y llevarse la llave. Eso provocaría que el financiamiento para la campaña electoral de Daniel Scioli en el balotaje tendría que surgir del bolsillo de los propios dirigentes que dejaron al gobernador sin poder político.