“Tengo la conciencia tranquila”. Con esas palabras, el jefe del Ejército, César Milani, se defendió de las denuncias que lo vinculan con la represión ilegal durante la última dictadura militar. Luego de que el Gobierno ratificara su ascenso como teniente general, pese al rechazo de todo el arco opositor y de los organismos de derechos humanos, Milani rompió el silencio y aseguró que hay una “campaña en su contra” para “dañar” a la gestión de Cristina Kirchner.
“Es una campaña en mi contra y del gobierno, en contra de la Presidenta. Han utilizado cualquier artimaña, periodistas, políticos, legisladores…”, afirmó Milani, en diálogo con Radio La Red.
Además, el jefe del Ejército dijo que se siente “orgulloso” de su trayectoria militar. “Me voy a someter a la Justicia como cualquier argentino y cuando termine esto voy a tener el gusto de hablar con más precisión de cada cosa”, indicó.
En diciembre pasado, el kirchnerismo aprobó el polémico ascenso de Milani. Sobre el jefe del Ejército pesan denuncias por apremios ilegales formuladas por Alfredo y Ramón Olivera de La Rioja, quienes acusaron a Milani de encabezar el operativo por el cual fueron llevados a la fuerza a declarar ante la Justicia.
La misma acusación formuló la familia de Oscar Schaller, que responsabilizó al jefe del Ejército de la privación ilegítima del periodista riojano. También está denunciado por la desaparición forzada del conscripto Alberto Ledo, en abril de 1976.
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