El Gobierno de Mauricio Macri decidió arbitrariamente que a partir del 1 de julio quitará la jubilación para las amas de casa, a pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI); una norma que permitió que 4 millones de personas sean reconocidas en su derecho e incluidas en el régimen previsional como trabajadoras.
A través de la Ley que permitió la Jubilación de Amas de Casa se logró que el 80% de las mujeres que habían sido excluidas del sistema laboral formal, obligadas a la precarización ante políticas económicas que destruyeron el trabajo y la industria, pudieran gozar del derecho de la Seguridad Social.
Permitiendo su eliminación el presidente Macri pone fin a la política jubilatoria con inclusión de género más grande del país, en un marcado retroceso sobre los derechos adquiridos por el sector, Alrededor de 1.796.439 mujeres que entre 2003 y 2016 se jubilaron por moratoria previsional a ley N° 24.476 se verán afectadas a partir de julio.
Como contra parte, Cambiemos propone la creación de la Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM), de carácter asistencial y elevando la edad de 60 a 65; solo representa el 80% de una jubilación mínima, no genera derecho a pensión y no es compatible con el desempeño de actividades.
La abolición de un derecho
Desde diferentes sectores, se mostraron en contra de la medida; Mujeres Sindicalistas de la CGT – CFT expresaron “las mujeres volvemos a quedar excluidas en lo económico y en lo simbólico en reconocimiento a nuestro trabajo no pago,, aquel al que somos empujadas por una política donde la timba financiera es más importante que las personas”.
Julia Strada, doctora en Economía, manifestó que “el fin de la moratoria para las mujeres afecta a aquellas que trabajaron toda su vida y su patrón se ahorró los aportes. O que trabajaron sin remuneración como amas de casa de sus hogares, en un mundo machista donde ese trabajo no vale. No podrán jubilarse: castigo patriarcal. Esto es grave para un país que tiene el 34% de los/as laburantes sin aportes”.
Por otra parte, desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), explicaron que “la moratoria es la decisión política de reconocer a la jubilación como un derecho, es decir, reconocer al trabajo más allá de los aportes o no, porque la persona que trabajó, independientemente de la regularidad o no, hizo un aporte a la sociedad con su trabajo. En ese sentido, es fundamental para las amas de casa y es un reconocimiento al empleo doméstico, porque, valga la redundancia, se les reconoce el trabajo para reproducir la fuerza de trabajo”.
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