El dato se desprende del último informe de actividad industrial que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y muestra que los sectores más afectados fueron los de “Alimentos y bebidas” y “Textil e indumentaria”, superando el 20% de las firmas que no puedo hacer frente al pago de haberes en este tiempo. “La actividad comercial minorista de las pymes mantiene una marcada tendencia descendente a pesar de la mayor oferta de financiamiento”, alertaron desde la cámara sectorial al tiempo que graficaron que “los rechazos en las compras con tarjetas de crédito por falta de ¨límite¨ fue característica destacable de la actividad comercial en agosto”.
Tras los primeros meses atravesados por una profundización de la recesión con fuerte caída de la demanda interna (por ingresos familiares pulverizados) las consecuencias se hacen sentir en las ventas de las empresas y el nivel de producción, así como de empleo. De acuerdo con datos privados, desde fines de 2023 ya se perdieron unas 12.000 empresas en el país, número que escala a 18.000 si se considera desde 2019 a la fecha. Para peor, el sector pyme no ve una pronta recuperación en el segundo semestre de este año, lo que hace que muchas pymes tengan que suspender trabajadores.
Según la encuesta del Observatorio IPA, en este semestre el 52% de las pymes mantendrán su staff de trabajadores a pesar de los inconvenientes pronosticados, aunque un 31% de las empresas consultadas admitieron que recortarán su plantilla en el futuro inmediato. Pensando en 2025, el 59% de las pymes pronosticó que el escenario empeorará o que, en el mejor de los casos, se mantendrá igual a la recesión actual.
Crisis pyme
Según los últimos datos relevados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) el 16,7% de las pymes industriales tuvieron dificultades para hacer frente al pago de sueldos en agosto, situación que se sostuvo en los últimos meses. En concreto, los sectores más perjudicados fueron los de “Alimentos y Bebidas” y de “Textil e indumentaria” con un 22,8% y 21,1% de sus empresas afectadas.
A su vez, también registraron guarismos elevados aquellas vinculadas a la Producción de metal, maquinaria, equipo y material de transporte (19,3% de los casos), a la vez que el sector de Químicos y Plásticos registró problemas en el cumplimiento de salarios para el 15,8% de las firmas. En menor medida pero igualmente afectadas, aparecen las empresas vinculadas a Papel e impresiones y a la actividad de Madera y Muebles, con 10,5% de las firmas en cada caso.
En tal coyuntura, la representación empresarial señaló a su vez que las empresas tomaron medidas como “reducción de los gastos operativos en el 29,5% de las respuestas, seguido por la diversificación de productos (29,1%) y la reducción de horas laborales (13,4%)”. Asimismo, los principales desafíos para el futuro inmediato señalados por los empresarios tienen que ver con los altos costos de producción y logística (40,7%) y la falta de ventas (40,4%).
Los datos reflejan, una vez más, la preocupante situación del sector pyme industrial del país en un panorama que, según lo señalado en el proyecto de Presupuesto presentado por el Gobierno Nacional, prevé una contracción del 3,8% del PIB en 2024, con la industria contrayéndose en 13%. De acuerdo con el último dato de CAME, la industria pyme se contrajo 8,7% interanual en agosto y acumula un descenso del 16,9% en los primeros ocho meses del año frente al mismo periodo de 2023. A su vez, el uso de la capacidad instalada se ubicó en 60% en el octavo mes del año (-0,6 puntos por debajo de julio). “Las industrias pymes aún no muestran señales firmes como para afirmar la existencia de un cambio de tendencia o de reactivación, más que algunos focos los cuales van siendo aleatorios mes a mes”, alertaron.
Aunque en diferentes magnitudes, los seis sectores manufactureros del segmento pyme tuvieron declives en la comparación anual, siendo los más afectados “Papel e Impresiones” (-21,1%) y “Químicos y plásticos” (-15,5%). “Maderas y Muebles” fue el que menos cayó (-1,1%).
De esta manera, la industria manufacturera ha sido uno de los sectores más afectados por la crisis de producción y ventas, al punto de que cuatro de cada diez fábricas nacionales se encuentran endeudadas. Lo anterior se desprende del último reporte realizado por Industriales Pymes Argentinos (IPA) desde donde señalaron además que el 70% de las empresas que respondieron el último relevamiento sectorial pronosticó la continuidad del escenario recesivo en las ventas, lo que “empujará a casi un tercio de los empleadores a realizar nuevos despidos en sus planteles de trabajadores”. Si bien el grueso de las empresas mantiene la capacidad de absorción de los pasivos, un 11,5% sostuvo que ya enfrenta juicios por los atrasos en las obligaciones, tanto impositivas como de la cadena de pagos.
Crisis de producción y empleo
La actual coyuntura recesiva se refleja en una alarmante realidad: la cantidad de empresas empleadoras se redujo en unas 12.000 firmas desde fines de 2023 al presente. A su vez, según un relevamiento del economista Daniel Schteingart, director de Planificación productiva de Fundar, si se mira la evolución entre 2019-2024 se observa que entre el fin del gobierno de Mauricio Macri y fines de 2021 se perdieron más de 33.000, luego entre ese último año y 2023 se recuperan unas 27.000. En todo el periodo de ya se destruyeron en el país unas 18 mil empresas creadoras de empleo.
Similar es el cálculo que realizan desde la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC) donde estiman que en el primer semestre ya habían cerrado unas 10.000 pymes por el desplome de la actividad económica. Sobre esto último, el Observatorio IPA analizó el impacto de la fuerte contracción de la demanda y desplome del consumo local, considerando que la relación entre la evolución del PBI y la cantidad de empresas y de empleo es directa: cuando el PBI cae, también caen los puestos de trabajo y cierran empresas.
“Cualquier proceso de crisis de estas características genera impactos directos sobre el nivel de empleo de las empresas, cuyas ventas y por lo tanto ingresos caen, y también sobre la sostenibilidad empresarial”, indicaron desde el Observatorio y explicaron que “durante 2018-2020 el PBI cayó a un promedio interanual de 4,8% (-2,6%, en 2018, -2% en 2019 y -9,9% en 2020 (pandemia). De esta manera, en el 2019 se destruyeron unos 101.500 puestos pyme en comparación con 2017, cerca de 140.000 puestos totales. En 2020 se destruyeron unos 28.000 puestos más, una pérdida baja si se tiene en cuenta el nivel de caída del PBI, dada la política de sostenimiento de puestos de trabajo ante la crisis”.
En esa línea, según las proyecciones que toman de referencia las estimaciones del REM-Banco Central sobre PIB y la elasticidad empleo y empresas, subrayaron que “de mantenerse el ritmo actual de recesión este año podría cerrar con una caída del 2,7% del empleo total y de 1,9% del empleo PyME”. Así, la proyección más optimista marca una pérdida mínima de alrededor de 117.00 puestos de trabajo, de los cuales 47.000 serían pymes, y el cierre de 8.600 empresas pymes, mientras que la más pesimista anticipa la destrucción de 87.000 puestos de trabajo (226.000 totales) y algo más de 12.000 empresas pymes.