El dato tiene cierta lógica, en consonancia con la baja que viene mostrando el índice de precios, después del fogonazo inicial, arriba de los 25 puntos, apenas asumió Javier Milei.
El tema es que el problema que reemplazó a la inflación en el ranking resulta igual o más alarmante: la pobreza. También en el aumento de esta variable hay lógica, ya que la pobreza subió en los últimos trimestres. El año pasado, dato oficial más reciente, llegó al 41,7%. Y por la fuerte suba de precios posterior, se descuenta que siguió en alza.
Opinaia, una consultora pionera en mediciones online y muy insertada en el mundo de la política, llegó a esta conclusión tras un estudio de 1.000 casos en todo el país, con +/- 3,3% de margen de error.
El ranking completo y la mirada sobre la economía»
«¿Cuáles considerás hoy que son los principales problemas del país?», preguntó la firma en su último estudio. Los entrevistados podían elegir varias opciones. Y la «pobreza» quedó arriba con el 63% (el 19% la eligió como primera mención).
Debajo se ubicó la «inflación», que tuvo la mayor cantidad como primera opción (25%), pero quedó debajo en el total: 58%. El resto, teniendo en cuenta los porcentajes totales, se ordenó así:
Inseguridad: 51%.
Corrupción: 49%.
Desempleo: 47%.
Educación: 30%.
Justicia: 25%.
Narcotráfico: 18%.
Salud: 16%.
Vivienda: 7%.
Medio Ambiente: 2%.
Otro: 6%.
Lo interesante, y en un punto alarmante para el Gobierno, es que el temor por la pobreza aparece en otro ítem que midió Opinaia. «¿Cuáles de los siguientes aspectos te generan más miedo respecto a la gestión de Milei?», pregunta la consultora. Y varias respuestas se relacionan con el deterioro de la economía, el aumento de la pobreza y la protesta social.
Se dan estos números:
Descontento social y protestas: 16%.
Aumento de la pobreza: 16%.
Pérdida del empleo: 13%.
Inestabilidad económica: 13%.
Pérdida de derechos laborales: 10%.
Aumento de la inflación: 8%.
Represión y violencia: 7%.
Aumento de la desigualdad: 5%.
Nada en particular: 11%.
¿Estamos mal pero vamos bien?
Este cambio en las principales preocupaciones abona de alguna manera la advertencia de sectores de la oposición y ciertos economistas. Dicen que la baja de la inflación se logró con un ajuste y una recesión tan fuerte, que las consecuencias podrían ser más graves que la inestabilidad previa, con mayor pobreza y tensión social.
El Gobierno responde que no y que más temprano que tarde comenzará la recuperación. El tiempo dirá quién tuvo razón. A favor del oficialismo, si bien el grueso de los entrevistados (67%) califica como negativa la situación económica actual, respecto al futuro son más lo optimistas (43%) que los pesimistas (32%).