Su madre de 18 años con su novio, de 16, adujeron que la beba había sufrido convulsiones mientras estaban en la cama viendo televisión. Los acompañaba una tía materna de la mamá.
Los médicos intentaron reanimarla, pero nada pudieron hacer: falleció a los pocos minutos. Quienes la atendieron notaron que había hematomas en su cuerpo, por lo que dieron aviso a la Justicia.
La policía y las autoridades judiciales iniciaron inmediatamente las investigaciones y el adolescente terminó confesando que la había matado porque mientras “jugaba con mi celular, lo tiró al piso y lo rompió”. Y eso, aseguró, lo hizo estallar de furia.
En las últimas horas se conocieron los resultados de la autopsia, realizada en el Hospital Independencia de la capital santiagueña: confirmaron que la beba murió por las patadas.