El sueño del bar, Juan Ignacio Laucirica, dio cuenta de la falta del dinero y constató que las puertas y las ventanas no habían sido violentadas. Tampoco faltaron otros elementos ni otra suma de dinero que también estaba dentro del local, detalló el comisario Quevedo en diálogo con el diario La Voz del Interior.
«Es una situación fea y da para desconfiar de todo el mundo, pero hasta que no sepa lo que pasó no puedo culpar a nadie», dijo Laucirica a la prensa local. «Eso es lo que más me molesta, porque sé que es alguien del entorno, porque tenía la llave de todo, sabe a qué hora se cierra, a qué hora se vuelve a abrir”, añadió. En tanto, el comisario indicó que en el bar trabajan tres empleados que «supuestamente son de confianza de él».
Por el momento no hay detenidos.