Desde los primeros minutos fue el elenco visitante el que buscó atacar y generar situaciones de riesgo. Aprovechando la lucha y la velocidad de sus acompañantes por los costados, Fabián Argañaraz se convirtió en el dueño de la mitad de cancha y desde allí la visita generó los ataques.
Durante la primera mitad, fue mucha la diferencia entre un equipo y el otro, a tal magnitud, que Independiente muy dubitativo ni siquiera pudo contar con una chance clara de convertir. Mientras que el rival, tuvo varias situaciones durante el primer tiempo y varias fueron a merced de las fallas que evidenció el elenco dirigido por Marcelo Ocampo.
A los 30 minutos de la etapa inicial, una grosera falencia defensiva del elenco “pirulo” sirvió la pelota para el potente Ezequiel Carballo, que desde lejos y con un remate certero puso el uno a cero parcial para la visita. Tras el tanto, Independiente siguió como “dormido” y eso fue aprovechado por el conjunto morterense que pudo ampliar la diferencia en los primeros cuarenta y cinco minutos, pero entre el portero Gómez y las malas decisiones de los delanteros contribuyeron a mantener la mínima diferencia en el marcador. Así se cerró el primer tiempo.
Rápidamente, en el inicio del complemento, el técnico riojano metió mano al equipo y mandó a la cancha a Mario Cejas y a José Ibáñez, que fueron factores importantes en la segunda etapa. Le dieron mayor dominio de pelota al equipo “pirulo” que monopolizo la posesión del balón , pero aún así le costó generar situaciones para dejar frente a frente a sus delanteros con el arquero de 9 de Julio.
A esta situación, también contribuyó el planteo de la dupla técnica visitante, que paró a su equipo para intentar buscar de contra ampliar la ventaja y así fue.
Con Independiente adelantado en la cancha, buscando de todas las maneras posibles llegar a la igualdad, dejó espacios atrás que fueron bien aprovechados por la visita. Tras una jugada con algunos rebotes, la pelota le quedó al delantero Ezequiel Carballo, que encaró y dio gracias por la sesión. Definió con un remate cruzado ante el inútil intento del portero Gómez por evitar la segunda conversión.
Tras el segundo gol, el equipo riojano no cesó en sus intentos y siguió atacando. Tras una falta, el remate fue ejecutado por José Ibáñez que con una magistral pegada puso el descuento para el equipo riojano.
En los últimos minutos, buscó por todas las vías concretar el heroico empate pero le faltó tiempo y tal vez un poco de suerte al conjunto riojano, que volvió a caer de local y se hunde en la tabla de posiciones.