Ahora los especialistas del Instituto EURAC en Bolzano (Italia) se han concentrado en sus 61 tatuajes, logrando mostrar cada uno de ellos con una técnica no invasiva.
Si bien los descubridores de Ötzi ya habían notado sus tatuajes el 19 de septiembre de 1991, cuando lo hallaron en un glaciar en los Alpes, recién ahora, con una nueva técnica, se pudo desplegar una cartografía completa de todos sus tatuajes. Y como si fuera poco, también se descubrió un tatuaje nuevo, una pequeña marca en la parte inferior de su caja torácica. Este pequeño trazo en su piel ha reabierto el debate acerca de si los tatuajes prehistóricos tenían una importancia terapéutica, simbólica o religiosa, ya que su extraña ubicación podría obedecer a algún tipo de terapia similar a la acupuntura para sobrellevar el dolor en las articulaciones. De esta manera, cada vez sabemos más del Hombre de Hielo, y cada vez son más los interrogantes que se abren para la ciencia.