Redacción de RiojaLibre
El aspecto más polémico, y que desata un profundo debate, que dejó el discurso de asunción de Ricardo Quintela fue -indudablemente- el referido a la Seguridad.
Quintela reconoció que hay una crisis de inseguridad, pero recalcó un cambio sustancial en la metodología de combatir dicha crisis. El Gobernador dijo que pretende una Policía «preventiva y no represiva» y sostuvo que quiere dos componentes que marquen el rol de la fuerza. «Quiero una Policía con un componente social y a la vez una fuerza de seguridad que cuide a la gente, que sea amiga mía y amiga del pueblo», afirmó.
Condenando fuertemente los ‘abusos policiales’, Quintela recordó una anécdota: «cuando visité un hogar vi a unos chicos en rehabilitación, ya estaban golpeados, y estoy convencido que con un buen abrazo contenedor se los corrige, no con más castigo, no hay que pegarles, no hay que castigarlos».
El discurso de ayer del Gobernador dejó una nueva premisa inquebrantable en la fuerza policial: los ‘abusos de poder’ NO serán perdonados. Evidentemente, estamos ante un cambio de estilo en la lucha contra la inseguridad.