En un total de diez imágenes, la cantante se muestra cubierta de negro, con un pañuelo en la cabeza y un gran collar.
Si bien la vestimenta cumple con las normas para poder estar en ese lugar, las poses provocaron polémica y los guardianes del templo se quejaron de lo que estaba haciendo la popular artista allí.
Tras unos minutos, que resultaron suficientes para que se tomara las fotos, los guardias se acercaron a ella y le pidieron que abandonara la mezquita Sheikh Zayed ya que no tenía un permiso para fotografiarse allí ni mucho menos para hacer esas poses.
En un comunicado, el centro religioso -que tiene una capacidad para recibir a 40 mil personas- aclaró: «Cuando un comportamiento viola los códigos morales de acceso a la mezquita o las regulaciones de ingreso –como sacarse fotos posando de manera inapropiada en un lugar sagrado, hablar fuerte o comer- provocan un comportamiento que no es tolerable por el Islam».
Al ser publicadas en Instagram, las fotos también fueron criticadas por usuarios musulmanes en las redes sociales.
Esta no es la primera vez que Rihanna queda envuelta en una polémica por sus fotos. Hace pocos días arrestaron a dos tailandeses por permitirle a la cantante que se tomara una foto con un animal en extinción y luego detuvieron a un hombre que tiene un cabaret porque ella aseguró haber salido «traumatizada» de allí.
0
0
