Redacción de RiojaLibre
Durante el viernes y sábado, militantes de FCR denunciaron que el oficialismo estaba violando la veda electoral, entregando folletos de Beder Herrera junto a las Facturas de EDELaR:
Pero apenas comenzaron a ver la reacción de los vecinos que recibían dichas facturas, se acordaron del dicho que el propio Olivares repitió a sus íntimos durante toda la campaña: «Cuando el enemigo se equivoca, no hay que interrumpirlo». Si algún genio del marketing o la comunicación nos puede explicar semejante burrada, lo agradeceríamos: ¿Acaso pensaron que la Factura -que implica un gasto- generaría una recepción ‘positiva’?
Los casos que se presenciaron demostraron todo lo contrario: ‘llegó la factura, otro gasto más la Pu… que te P…; Beder y la C… de la L…’, fue uno de los epítetos más repetidos. Un gasto nunca es una buena noticia, y si ponemos la ‘carita’ de Beder junto al ‘gasto en cuestión’, es esperable que quien lo reciba se quede con una impresión negativa de la ‘carita’. Parece una lección muy básica, pero que los ‘cerebros’ de la campaña comunicacional del bederismo desconocieron.
Cosas como estas, generaron que los ultramartinistas se acuerden de Pichi Solorza para ‘gastarlo’ tras la elección: