Redacción de RiojaLibre
La foto de ayer en el despacho de Rogelio Frigerio, con Paredes Urquiza junto a Pichetto, cayó como un balde de agua fría en el martinismo. Mashasha ve cómo al Intendente capitalino ya no le hace falta ‘sus vínculos’ para poder entrar a Casa Rosada. Y esto repercute directamente en el armado de listas, para las PASO y para Octubre.
A tres días del cierre de listas, todo indica que la boleta de la oposición local que los riojanos veremos en el cuarto oscuro será con Macri-Pichetto Presidente y Vice, y Felipe Álvarez encabezando la nómina de Diputados Nacionales. A Julio Martínez se le hace cada vez más difícil sostener su acuerdo con Nación y APU puertas adentro de la UCR: los radicales deberán votar una nómina donde no hay ningún candidato radical: dos peronistas (Pichetto y Felipe) y un PRO (Macri).
El panorama es más desolador aún: ayer medios nacionales filtraron que Pichetto le habría pedido a Julio Martínez que Zulemita Menem sea la segunda candidata a Diputada. Es decir, en la lista no habría ni siquiera un lugar secundario para las radicales Kelina Rodríguez o Nani Salzwedel.
Mashasha intenta persuadir a los suyos de que hay que ‘comerse el sapo’ de las PASO para contar con votos peronistas en Octubre. Julio Martínez resigna las bancas en la Cámara Baja del Congreso a cambio de que el paredimos acepte luchar solo por la Intendencia y colectar votos para su candidatura a Gobernador en Octubre.
El problema es que con el arribo de Pichetto, el Intendente capitalino recobra sus esperanzas de disputar la Gobernación. Sin Peña acaparando todos los armados en el Interior, el peronismo macrista riojano puede tener su posibilidad. ‘Que los radicales hagan su lista y nosotros la nuestra, vemos en las PASO quien le junta más votos a Macri’, se habría escuchado a un peronista proponer ayer en la Rosada.
Aunque la UCR tiene mayor estructura que el paredismo en el Interior, ese escenario tampoco lo beneficia. Sin Julio Martínez o Inés Brizuela y Doira (ambos Senadores hasta 2023) como candidatos, el radicalismo no tiene ni una sola figura de peso con conocimiento aceptable en toda la Provincia. Mashasha paga las consecuencias de no dejar surgir a ninguna figura que amenace con desplazarlo en la conducción de la oposición.
Confiar en el peronismo, esa es la única -y peligrosa- estrategia de Mashasha. Confiar que ‘respetarán el compromiso’ de trabajar por Julio Martínez en Octubre. Dato: las listas locales se cerrarían el 7 de Septiembre, falta muchísimo tiempo, y el radicalismo teme que -pasadas las PASO- cuando el Municipio ponga en orden sus números, el fantasma del retorno de APU al PJ siempre estará latente.
Tal el escepticismo que reina en el radicalismo riojano, que aun peso pesado del casismo se le escuchó susurrar ayer en los pasillos de Casa de las Tejas: ‘¿viste la foto? Va a tener que venir a negociar acá Mashasha, por lo menos le vamos a dar más lugar que allá‘.