Redacción de RiojaLibre
En la política nada es fruto del azar o la casualidad, y todo hecho o acto tiene su repercusión dentro del ámbito estrictamente político. La salida de Lince SRL del negociado que se había perpetrado desde el Concejo Deliberante, deja a dos figuras del oficialismo totalmente debilitadas: el viceintendente Carlos Solórzano y el mediático concejal David Cortez.
Como presidente del Concejo, Solórzano es el máximo responsable de la ‘ilegal’ sesión especial que se convocó entre gallos y medianoche (sin avisar correctamente a la oposición) para aprobar la polémica Ordenanza. Por su parte, David Cortez se edificó como el vocero oficial del Proyecto, defendiendo lo indefendible.
Lince SRL no tiene Capital, ni personal idóneo, ni Infraestructura, ni capacidad para llevar a cabo semejante Proyecto. Ni siquiera tiene un ‘sello’ y ‘mebrete’ para firmar la carta en la que anuncia su retiro. Simplemente, un Mamarracho del que Solórzano y Cortez deben hacerse cargo.
«Nos ingresó la nota de que se iba y que la interna política afectó las inversiones que pensaban realizar, entendían que eran perjudicados en su imagen. Entendemos que no habrá marcha atrás, lo lamento porque veíamos con buenos ojos la mano de obra que se iba a implementar», dijo Solórzano en La Tarde de La Red.
Cada paso que da el Viceintendente es en falso: ¿qué imagen se puede perjudicar si se trata de dos jovencitas que crearon la empresa hace menos de 45 días?
Cuando se lo consultó sobre el precio cedido y su precio, respondió: «Eran 12 hectáreas, pero seis eran para usarse. No te podría decir el precio de esas tierras», reconoció el funcionario. ¿Para qué eran las otras 6 hectáreas que se les donó si no eran para usarse en el Proyecto? ¿Se ‘donan’ tierras sin saber ni tener en cuenta el valor que tienen en el Mercado?
Evidentemente, este fracaso le costará caro a Solórzano y Cortez: solitos, deberán irse olvidando del sueño de la Intendencia. El oficialismo deberá buscar en otro lado el sucesor de Aparicio.