Despidos y listas negras se replican en organismos estatales nacionales y en municipios de diversos lugares del país, Argentina se endeudó en 50 mil millones de dólares con el FMI, se viene un Ajuste Fiscal sin precedentes, los Tarifazos siguen a la orden del día y el Dólar trepa hasta los 30 pesos. Algo logra trascender en las redes sociales o en las escasas vías de comunicación alternativa a la mayor concentración mediática de nuestra democracia.
El gobierno de Mauricio Macri logró un respaldo de los medios masivos de comunicación que no consiguió ni siquiera el de Carlos Saúl Menem. De hecho, esa gestión tardó años en aplicar la serie de medidas que, en tan poco tiempo, ejecutó el oficialismo del PRO-UCR a fuerza de decretos.
Para poder destruir la industria nacional, privatizar las empresas de bandera y entregar el país a las corporaciones internacionales, la administración menemista instauró un sistema de persecución al periodismo. Cientos de trabajadores de la comunicación de todo el territorio argentino sufrieron agresiones verbales o físicas, fueron amenazados de muerte o llevados a la justicia por los delitos de calumnias e injurias. Fue un período nefasto para la profesión, pero las voces no se callaron: se replicaron.
El escenario actual, de cerco informativo de protección al gobierno, a sus funcionarios y a sus acciones, implica un retroceso enorme para la comunicación democrática, que necesariamente requiere de pluralidad de voces que apunten a defender la libertad de expresión y el derecho de la población a estar informada.
Los monopolios beneficiados están respondiendo con efectividad.
Mientras aumenta la pobreza, y cada vez hay más riojanos y argentinos que no tienen ni para comer, los medios hegemónicos concentran su atención en la Despenalización del Aborto. Lo hicieron antes del mundial, y desde el sábado -tras la derrota de argentina- vuelven a la carga. ‘Entretener a la ciudadanía’ es la consigna.
Un modelo neoliberal como el que está encabezando Macri no puede imponerse sin la represión, y la represión no se puede llevar a cabo sin el blindaje mediático. El estado totalitario se está aproximando en Argentina.