Redacción de RiojaLibre
Para los especialistas en la materia, los avezados en el juego de las estrategias, ‘elegir el enemigo’ es fundamental. Tal como te lo adelantamos en la última columna de #Elinterpretador (click aquí), en este período pre electoral que está transitando la política riojana, se observará cómo cada candidato elige polarizar con uno de los tres posibles contrincantes.
‘Elegir el enemigo’ significa saber a quién hay que contestar y a quién no, con quién disputar la agenda y con quién no, y a quién ‘darle entidad’ con los cuestionamientos recibidos, y a quién no. En este sentido, está claro que Sergio Casas y Alberto Paredes Urquiza se han ‘elegido mutuamente’ como principales enemigos a disputar el poder en 2019.
Para el Casismo, APU superó en las encuestas y en las expectativas a Julio Martínez, y es el principal candidato opositor de cara al año que viene. Por su parte, en el Municipio -desde el 5 de Junio con la renuncia de Ricardo Guerra- guardaron bajo el Colchón los cartelitos de ‘Basta Beder’, y sacaron las denuncias penales y ‘operetas’ contra el Gobernador.
La semana pasada el Paredismo anunció un acto por el Día de la Lealtad en el Teatro Municipal. Provincia no se iba a dejar marcar la cancha, y armó una acto en Luz y Fuerza para contrarrestar el impacto del acto municipal. Mañana, las comparaciones serán inevitables. Esta semana, en la política riojana, predomina la polarización APU vs Casas.
En ‘esta batalla’ ni Julio Martínez ni Beder Herrera se metieron, pero la semana pasada fueron ellos los protagonistas. Mashasha impulsó un pedido de informes en la Legislatura contra el ex Gobernador, quien decidió ‘darle entidad’ y aprovechó para contestar duramente en las redes. ‘¿Me tenés miedo?’, ‘¿Qué pasó con el ARA San Juan, se puede dormir con 44 muertos?’ y ‘Vos tenés causas por sobreprecios y venta de armas a EEUU’, fueron algunas de las brutales frases de Beder teledirigidas para el Senador Radical.
APU elige confrontar con Casas y en Casa de las Tejas recogen el guante. Mashasha elige pelearse con Beder, y el ex Gobernador recoge el guante. El juego de las polarizaciones está más que claro. Sin embargo, implica un riesgo: si alguno de los cuatro candidatos se baja, quien haya elegido polarizar con él quedará en evidente desventaja con los otros dos, que ya tendrán la polarización en las urnas garantizada.