Redacción de RiojaLibre
Sin el armado y estrategia que solo puede aportar Luis Beder Herrera, el PJ no podrá retener la Gobernación. Sin la colaboración de Casa de las Tejas, que comanda Sergio Casas, al PJ se le hará imposible vencer a Cambiemos el año próximo. Esas dos premisas son las que descartan -más allá de la innumerable cantidad de trascendidos- una posible pelea entre el Gobernador y el Presidente del Partido.
El PJ necesita de los dos para obtener el triunfo en 2019, son las únicas dos piezas ‘imprescindibles’ en el rompecabezas del poder que pretende sostener el Peronismo, y lo saben. Por eso no se pueden dar el lujo de estar ‘peleados’.
En RL hemos profundizado varias veces al respecto, descartando el enfrentamiento, y ayer fue el propio Sergio Casas quien -públicamente- desestimó cualquier rumor o trascendido:
“Yo estoy orgulloso y agradecido de Beder, es un hombre que dio mucho por La Rioja y al que tuve el honor de acompañar como vicegobernador; lo quiero mucho y él lo sabe, jamás escucharán de mi un agravio para con él”.
Seguramente existen diferencias: uno posee una visión más dura y haría rodar cabezas de los traidores, y otro es más pacífico y prefiere sostener los cargos para no poner en riesgo la Unidad del Partido. Tal como lo hizo cuando fue Vicegobernador, Casas se caracteriza por ‘contener’ casi a cualquier precio.
Pero Casas y Beder son un equipo, se complementan; y saben que el único enemigo político está en frente. Puede haber ‘pícaros’ puertas adentro que hagan de las suyas para sobrevivir en el Estado, primando sus intereses personales por sobre los del Partido; pero los ‘Popes’ del PJ tienen una mirada más global. Los únicos adversarios son Julio Martínez y Mauricio Macri; son ellos dos los únicos que pueden arrebatarle el poder al PJ en La Rioja.
Para calmar las aguas, de vez en cuando ambos repiten el viejo refrán partidario: ‘los peronistas somos como los gatos, cuando parece que nos estamos peleando pero nos estamos reproduciendo’. Probablemente sea así, pero el lamento o malestar que invade a Casas y Beder es que ‘los gatos peronistas’ ocupan su tiempo y recursos en ‘pelearse entre sí’, cuando la coyuntura actual es ideal para embestir contra el máximo Gato y su aliado riojano.
Esa es quizás el único punto que los Popes no le perdonan a los suyos: se está dejando pasar una oportunidad única para que Mashahsa pague el costo político de las políticas económicas que lleva adelante Macri.