Redacción de RiojaLibre
La política es tan generosa como cruel. El mismo dirigente que en Febrero de 2019 soñaba con ser Gobernador de la Provincia, hoy debe resignarse a ir tercero en una lista de Diputados Provinciales. Se trata de Alberto Paredes Urquiza, que -según pudo saber RL- avanzó en el acuerdo con la Intendenta capitalina para integrar la lista que presentará el radicalismo en Capital.
La misma estará liderada por Gustavo Galván y secundada por Tere Luna o Nany Salzwedel. Al ex Intendente le quedaría el tercer lugar, en una posición donde se hará cuesta arriba conseguir una banca teniendo en cuenta que habrá tres listas fuertes (las otras encabezadas por Tere Madera -PJ- y Felipe Álvarez -PRO Acción Federal-).
APU no está en condiciones de ‘exigir’ más, no tiene herramientas ni sustento para presionar a Inés Brizuela y Doria un lugar más expectante. Es que a casi dos año de dejar la Gestión, el ex Intendente se quedó sin nada de estructura, y totalmente solo, ya que toda su dirigencia lo abandonó en busca de nuevos rumbos.
Una parte del ex ‘paredismo’ se dejó reclutar por el oficialismo Provincial. El Secretario General de la Gobernación se reúne diariamente con los ‘gameleros’ que tenía APU, aquellos que garantizaban los votos en los Barrios y en las Bases. Ayer, Molina se mostró con los ex paredistas Leo Corzo, Fabián Villafañe, Jorge y Cecilia.
Son solo algunos de los tantos dirigentes que hoy trabajan para el quintelismo. Ex Secretarios, Subsecretarios y Directores municipales que hasta 2019 respondían a APU, hoy lo hacen a Armando, y trabajarán en las próximas elecciones por la lista del PJ.
Existe otro sector del paredismo que buscó refugio en la figura de Felipe Álvarez. En los últimos días, José Martínez (ex mano derecha de APU y hoy operador político de Felipe) mantuvo distintas reuniones con Karina Pérez, Jesus Sánchez, Marcela Fernández, Espin buleiaman, Gusy Maskin, Gringa Garribia, Hippy Marinez y Luis Butiche Tello entre otros.
Algunos con el oficialismo, otros con Felipe; lo cierto es que hoy Paredes Urquiza naufraga en una sorprendente soledad.
Sin votos, sin estructura y sin dirigencia, un devaluado Paredes Urquiza jugará para el radicalismo en las próximas elecciones.
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