Redacción de RiojaLibre
A 72 horas de las elecciones, el Intendente Alberto Paredes Urquiza disparó en una entrevista con Radio 24: «fui un pelotudo en ayudar para que Casas sea Gobernador».
El Domingo, durante los festejos en Chilecito, Lázaro Fonzalida retrucó: «los peronistas no somos pelotudos, somos vivos».
No fue un acto impensado, pasional, irracional. El Diputado había estado calmo en el centro de cómputos, y tomó el micrófono luego de tener su tiempo para pensar su oratoria.
Lejos de caer en la infantil justificación (‘está Gagá’), en Casa de las Tejas y en la Legislatura empezaron a ‘oler’ que algo raro hay sobrevolando el ambiente. Las casualidades en Política no existen: APU dice que fue un Pelotudo y Fonsha -que es un manual político viviente- le contesta ‘los peronistas no somos pelotudos’.
A la hora de buscar las interpretaciones para dilucidar ‘eso raro’ que sobrevuela el ambiente, sobresalen dos hipótesis:
- Fonzalida le marcó la cancha a Paredes Urquiza, lo terminó de echar del PJ. El mensaje tácito sería: ‘vos sos pelotudo, pero los peronistas no somos pelotudos, por eso vos ya no sos peronista’.
- Ante la frase de APU, el chileciteño se hace eco y advierte a la dirigencia: el ‘no somos pelotudos’ sería -tomando como base de partida la frase de APU- en realidad un deseo ‘no volvamos a ser pelotudos’.
Si la primer hipótesis es la correcta, en el Casismo dormirán tranquilos. El problema es que muchos tienden a pensar que la segunda es la más acertada, y aquí aparece el fantasma de Beder por detrás, alentando la idea de un frente pejotista disidente donde APU y Fonzalida -entre otros tantísimos dirigentes (Marcelo, Kito, el Turco, Juan Ramón, Beto, etc.) – coincidirían en ‘haber sido pelotudos’ en 2015, pero ansían dejar de serlo en 2019