Redacción de RiojaLibre
‘Pregonar con el ejemplo’ es una materia que la mayoría de los funcionarios y políticos riojanos se llevaron a marzo y –muchos de ellos- todavía la tienen previa. Es el caso de Ramón Nicolás Espinosa, el Director de la Guardia Urbana de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, cuya titularidad está a cargo de Fernando Torres.
En el ingreso de las oficinas de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, ubicadas en la calle 9 de Julio, existen dos lugares junto al estacionamiento de motos- a mitad de cuadra- que están reservados exclusivamente para móviles oficiales del Organismo.
Por la noche, algunos vecinos utilizan esos dos lugares disponibles, pero cuando comienza el horario laboral quedan reservados –como debe ser- para los vehículos oficiales. Emicar es extremadamente estricto al respecto: si comenzada la primer mañana ven un auto en esos lugares, inmediatamente lo levantan con la Grúa.
Pero, el Sr Espinosa tiene privilegios: su auto puede estar mal estacionado a cualquier hora del día y NO será multado. A continuación, vas a ver el automóvil particular (NO OFICIAL) del Sr Ramón Espinosa –con dominio OBE 522-, mal estacionado:
¿Se le cobra alguna multa? Nunca, sin embargo, si vos dejás el auto un minuto en ese lugar, viene la Grúa y debés pagar $780 para recuperar tu vehículo.
Cuando llegan los móviles oficiales, al estar ocupado el por el auto del Director, deben estacionar en doble fila o entradas de Garage; muchas veces, dejándolos durante varios minutos y hasta horas:
¿Por qué el Sr Espinosa tiene Privilegios? ¿No debiera ser –por el contrario- el primero en respetar las normas que su propio Organismo impone? ¿O –acaso- las normas son para que las respetemos los ‘tontos’ (leáse: ciudadanos comunes), mientras ellos hacen lo que quieren?