Una vez más, llegó el 8 de diciembre y en varias casas sucederá una tradición esperada por muchos, especialmente los más chiquitos: el armado del árbol de Navidad. Y también, como pasa cada doce meses, ya sea porque se rompieron o se perdieron los viejos o simplemente para darle una “lavada de cara” al pino, hay que salir a comprar adornos, luces, guirnaldas y, en algunos casos, directamente el arbolito entero.
Según un relevamiento, y tomando las opciones más baratas y más caras para armar un árbol de Navidad de 1,20 metros con pesebre, el precio del mismo oscila entre los $650 y los $1300. Sin embargo, a la hora de elegir el abanico es mucho más amplio: según los gustos o el poder adquisitivo, se pueden armar arbolitos gastando menos o más plata.
Suponiendo que nuestra intención sea armar un árbol de Navidad entero, lo primero que debemos elegir es, entonces, el pino. En los bazares de la ciudad hay una gama muy amplia: se pueden conseguir pinitos diminutos de 45 cm o 60 cm que cuestan entre $65 y $85 hasta árboles gigantescos de 2,10 cuyo precio mayor cotiza en $6599.
En el medio, existen muchas otras opciones, como el de 90 cm ($119); 1,20 mt (entre $329 $465); o 1,80 ($799). Cada medida, además, se puede conseguir por el mismo precio en diferentes colores (blanco, rojo y azul) para salir del tradicional verde.
Otro factor que influye en el precio del pino es la frondosidad del mismo y la cantidad de ramas: así como hay uno de 2,10 a $6599 también se puede conseguir uno del mismo tamaño a $1199, sólo que será más “flaquito” y menos tupido.
Decorado
Las opciones para decorar son cada año más variadas, aunque los que siguen prefiriendo las personas son los tradicionales. Y entre ellos, las bolas son las que pican en punta. Según el relevamiento hecho por ElDía, el paquete de 6 bolas chicas doradas se puede conseguir por $42, y el mismo precio para el paquete de 4 medianas, el de 3 grandes y el de 2 gigantes. Y este mismo precio corre para las de color rojo.
En cambio, los paquetes de igual medida, pero en colores plateado y azul varían un poco, tanto para arriba como para abajo: el paquete de 6 chicas cuesta $36, el de 4 medianas $39, el de 3 grandes $40 y el de 2 gigantes plateado $59 y el de dos azules $89.
Otro de los elementos protagónicos en los arbolitos son, sin dudas, las luces, que acorde a los tiempos modernos casi todas en el mercado son de LED. La cajita de 100, tanto blancas como multicolores, cuesta $89, mientras que las multicolor de 120 están a $189. Otro modelo que sale de la tradicional tira lumínica es la red luminosa de 120 lamparitas, cuyo precio es de $280.
El accesorio extra, pero al mismo tiempo también indispensable (sobre todo en los árboles más baratos y poco frondosos) son las guirnaldas. Las de un metro que imitan las ramas del pino están entre los $14 y los $55 (dependiendo del grosor de las mismas), pero también están las tipo tiras que oscilan entre los $8 y los $20.
Pero ningún árbol califica para ser de Navidad si en su punta no tiene el último adorno que se coloca durante el armado, y los más tradicionales son dos: las estrellas, según su tamaño, están entre los $46 y los $85, mientras que el penacho está entre los $16 y los $39.
El pesebre, el complemento
Algunos lo consideran parte indispensable del árbol de Navidad, mientras que otros lo toman más como un accesorio. Cómo sea, el pesebre se fue transformando en un elemento complementario y muchas veces indisoluble del arbolito.
Y al igual que los diferentes elementos para adornar el pino, la representación de la Natividad también ofrece opciones según el bolsillo del comprador. La opción más básica es un pesebre fijo (está representado en bajo relieve sobre una misma pieza) que viene en tres tamaños: el chico cuesta $159, el mediano $229 y el grande está $409. Esta opción es ideal para los que sólo quieran sacarlo de la caja y ponerlo debajo del arbolito, sin correr el riesgo de que alguno de las siluetas se pierda por ahí.
En cambio, para los que prefieran tener los muñequitos separados, una de las opciones es comprar a María José y el Niño Jesús por $149; o los anteriores nombrados más los reyes magos, los pastores y los animales por $229; o todo lo anterior más el pesebre propiamente dicho (o sea, el establo) por $399.
Por supuesto, que para cada uno de los elementos aquí descriptos hay opciones más adornadas, ornamentadas y trabajadas que exceden este rango de precios, pero esas piezas usualmente se consiguen en lugares especializados o se compran a pedido.
TRADICIÓN
La tradición comenzó en el año 1605 y la fecha coincide con el Día de la Inmaculada Concepción. Este año, armar un árbol de Navidad cuesta entre $650 y $1300 tomando las opciones más baratas.
El Árbol de Navidad se arma todos los 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, y ocupa un lugar en los hogares hasta el 6 de enero, Día de Reyes. ¿Por qué se eligió esta fecha y precisamente un pino? Varias son las versiones que explican esta duda, pero hay una que es la más conocida.
En la antigüedad, los germanos pensaban que tanto la Tierra como los Astros pendían de un árbol gigantesco, cuyas raíces estaban en el infierno y su copa, en el cielo. Para celebrar el solsticio de invierno, decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor.
En el año 740, San Bonifacio, evangelizador de Alemania e Inglaterra, reemplazo el roble por un pino, en representación de la Santísima Trinidad y como símbolo de amor eterno de Dios y de vida eterna. Fue adornado con manzanas, como símbolo de la tentación cristiana, y velas, por la luz del mundo.
A través del tiempo, la estética fue cambiando y se comenzó a decorar con bolas y guirnaldas. Esta tradición comenzó en Alemania en 1605 , con la idea de darle calidez al frío del invierno. En el Castillo de Windsor, Reino Unido, se vio por primera vez en 1841, de la mano del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, y los hogares españoles llegó en 1870.
En relación a la costumbre de armarlo el 8 de diciembre, la historia dice que el Papa Pío IX proclamó en esta misma fecha, pero de 1845, un documento llamado Ineffabilis Deus. En el texto estableció que el alma de María, en el momento en que fue creada, estaba adornada con la gracia santificante. Si bien no hay una conexión directa entre la fecha y el Árbol de Navidad, a medida que fueron pasando los años está costumbre se fue ensamblando cada vez más.
0
0
