Edgardo Vergara, riojano, nacido y criado en “el gran barrio Los Olivares, el mejor barrio de la ciudad de La Rioja”, tenía 47 años, era una de las voces más conocidas en el arte de hacer programas de radio.
Habían pasado veinte años desde el primer encuentro con sus “doñitas”, como cariñosamente les decía a las oyentes de Radio Libertad.
Su vocación, llegó sin darse cuenta, siendo en sus comienzos, productor de la mendocina radio LV10, en la FM 10.
“Soy buen vendedor, siempre tuve muchos clientes y me empezaron a tener en cuenta dentro de la empresa, por la cantidad y calidad de las publicidades. Mis primeros pasos como locutor, fueron con un programa radial musical; pocas palabras y mucha música”, dijo en una entrevista que le hiciera la revista Random.
Al regresar a La Rioja, su primer programa, fue en radio Municipal; todo lo aprendido en Mendoza, con gran influencia chilena, le ayudó a conducir un programa de la mañana.
“Soy de la escuela de los programas ómnibus, estilo Rony Vargas, Mario Pereyra, y el día que me sentaron a contactarme con la gente en la mañana, me dije: “por fin menos música y más contacto con la gente. Descubrí que eso era lo mío mucho tiempo después», había dicho.