Redacción de RiojaLibre
En el Municipio capitalino, el relato y la realidad andan por andariveles completamente distintos. Por un lado, la Intendenta organiza con bombos y platillos el Primer Congreso de Discapacidad de Mercociudades. «El fin es enriquecer nuestra visión, a partir de experiencias exitosas, de las que podamos aprender para ampliar y consolidar políticas públicas que generen ciudades más humanas, justas e inclusivas», sostuvo la Jefa Comunal en su disertación.
En ese mismo Congreso, el presidente de Mercociudades, Fernando Grey, aseveró: «tenemos que adaptar nuestra técnica y recursos para incluir, empoderar y derribar barreras que impidan el acceso pleno de derechos de los ciudadanos».
Son palabras muy bonitas, pero en la triste realidad que vive la Ciudad eso no existe. Los baches no solo abundan en las calles riojanas, sino también en las veredas. Miren el panorama que se encuentran los vecinos del Barrio Mataderos, en la Calle Monte Agudo y rotonda de la Avenida 2 de Abril:
¿Acaso una persona con silla de ruedas puede transitar por aquí? ¿De qué le sirve a los riojanos con discapacidades albergar un ‘súper congreso’ si ni siquiera pueden caminar por las veredas?