Redacción de RiojaLibre
¿Cómo puede ser que dos personas, en solo seis horas y media, cambien tan raudamente de actitud? Es que cuando Galván atacó a Ximena en la sala de situaciones del anexo del Concejo Deliberante, tanto Enrique Balmaceda como Nazareno Rippa se acercaron hacia Marenco para solidarizarse, y pedir perdón en nombre del partido.
‘Nos costó mucho llegar acá, y no era para esto, esto no es lo que nosotros queremos’, le dijo entre lágrimas Quique Balmaceda a Ximena Marenco, minutos después de haber sido violentada por Guillermo Galván. También se acercó Nazareno Rippa, con la misma sensibilidad y sentido humano.
Sin embargo, en la reunión de cuerpo, Balmaceda y Rippa se ‘cambiaron el chip’: ‘fue una discusión más, nada preocupante, no hubo violencia de género’.
¿Cómo se explica esto? A las 13 hs, conmocionados por lo sucedido, Balmaceda y Rippa se olvidaron de su rol de político y fueron ‘personas’, ciudadanos que se solidarizaron con una mujer que había sufrido un episodio de violencia de género.
Horas más tardes, a las 19:30, Balmaceda y Rippa volvieron a ser ‘políticos’, Concejales que responden a una Jefatura Política (Inés Brizuela y Doria), y que se comportan orgánicamente.