El comentario sale de una mesa del comedor de la destilería que tiene YPF en Ensenada. Lee en voz alta el titular de Diario Perfil y se arma revuelo. «Denuncian que el directorio de YPF quiere aumentarse el sueldo a $70 millones» dice.
Los datos surgen de las “Propuestas del Directorio para los Accionistas de YPF S.A. respecto del Orden del Día de la Asamblea General convocada para el 26 de abril de 2024”. Allí se tratarán las designaciones del nuevo gobierno y otras medidas. Pero resumamos los datos que generaron escándalo.
El Directorio “propone a la Asamblea Accionistas aprobar la suma de $2.087.597.061 en concepto de remuneraciones, honorarios y retribuciones del Directorio por el ejercicio cerrado al 31/12/2023”. 2 mil millones de pesos por el ejercicio pasado.
Punto siguiente propone “aprobar la suma de $65.161.356 en concepto de remuneraciones de la Comisión Fiscalizadora por el ejercicio cerrado al 31/12/2023”.
Por último, el “Directorio propone a la Asamblea de Accionistas que apruebe el pago de honorarios a cuenta de directores y miembros de la Comisión Fiscalizadora para el ejercicio 2024 por hasta la suma de $10.189.823.464”. O sea, se multiplica por 5 los “honorarios”. Entre directores (12) y fiscalizadores (5) se repartirán 10 mil millones de pesos. No aclara en cuántas cuotas.
El diario Perfil asegura que “voceros de YPF señalaron que «es una propuesta que deben aprobar los accionistas”. Uno de los ministros directores le reconoció al periodista Sebastián Lacunza que “lo decidió el directorio, no se habla más”. Los obscenos números se pueden ver en esta página.
Según los cálculos, teniendo en cuenta la cifra y cantidad de integrantes de esos cargos, da un promedio de 72 millones de pesos mensuales por director. 70 mil dólares.
El diputado Itaí Hagman (Patria Grande) difundió los números por redes sociales. Está bien. Pero podría haber dicho algo cuando se hizo el pacto con Chevron, avanzó la entrega de Vaca Muerta, pagaban sueldos millonarios al CEO Galuccio o flexibilizaron el convenio petrolero (primero Macri y después Alberto). No fue magia.
Techint y la casta petrolera
El directorio de la compañía petrolera argentina fue “copado” por hombres del Grupo Techint y otras empresas. Paolo Rocca puso como presidente a Horacio Daniel Marin, jefe de Exploración y Producción de Tecpetrol. Marin a su vez metió en puestos clave a otros 3 hombres de “la T”: Federico Barroetaveña (Chief Financial Officer), Matías Farina (Upstream) y Gustavo Gallino (Infraestructura).
La mayoría de los otros directores son CEO’s de grandes empresas. Mario Eduardo Vázquez (Mercado Libre y Banco Santander), Carlos Manuel Bastos (MetroGas y Andina Energy), José Rolandi (CGC, la petrolera del Grupo Eurnekián), Eduardo Alberto Ottino (Techint), Horacio Oscar Forchiassin (Tuboscope) y Santiago Martínez Tenoira (Repsol, Profertil), entre otros.
Seguramente en esas grandes empresas están acostumbrados a grandes sueldos. Pero ahora los CEO’s libertarios vienen a ocupar cargos en el Estado y se fijan sueldos millonarios. Con la tuya, obvio.
También lo integran ministros de primera línea, como Nicolás Posse y Guillermo Francos, así como los «directores independientes»: Omar Gutiérrez (MPN Neuquén), Jimena Latorre y Pamela Verasay (UCR Mendoza), Gerardo Damián Canseco y Julio Alejandro Schiantarelli (SUPEH).
Hay que aclarar que lo de empresarios gerenciando YPF no es un invento de Milei. Algunos de los actuales directores estuvieron en las gestiones de Macri y el Frente de Todos. Miguel Galuccio, sin ir más lejos, era justamente un CEO petrolero y millonario.
Miserias para los que se ensucian las manos
Del revuelo en el desayuno van saltando broncas. Un trabajador hace el cálculo.
- Y, son como 100 sueldos nuestros. De los que estamos en SUPEH.
- Sí, porque las tercerizadas cobran 250 mil pesos de básico. ¿Cuántos serían? Como 300 sueldos de una de las pibas…
- Qué sinvergüenzas – repiten. Otros eligen palabras más duras.
En las destilerías y refinerías de YPF hace rato se trabaja mal. Eso no lo inventó Milei, es cierto. Hay un sector efectivo, que cobra 750 mil pesos de básico. Hay 500 que están en las contratistas de UOCRA: 600 mil pesos. Están más precarizados y trabajan mínimo 10 horas. Un poco más abajo los tercerizados de mantenimiento, con 500 mil de básico. Y «al fondo del tarro» las tercerizadas de limpieza. En total hay 1400 trabajadores y trabajadoras contratadas, o sea con peores condiciones y que pueden quedar en el calle de un día para el otro.
Ese temor crece con el paso de los meses. Por un lado, por lo que pasa en Destilería. Ya no les dan “paradas de planta” que son un esfuerzo pero les permiten “hacer la diferencia”. Hay recorte de horas extras, no se renuevan los contratos que terminan, en varios sectores comienzan a presionar con “retiros voluntarios” que en realidad son despidos encubiertos. Son puestos que no se reponen: quienes quedan deben trabajar más. El clima se pone más denso: empezaron a apretar con los horarios de entrada y salida y otras persecuciones.
Estoy recontra mil caliente. ¿Sabés por qué hacen esto? Porque le están pasando los pozos y puntos estratégicos de YPF a Techint directamente.
Sus compañeros asienten. El combo está claro: precarización laboral, salarios bajos, empresarios copando la empresa y un vaciamiento para entregar los mejores negocios a TecPetrol y sus amigos.
No es una realidad solo en destilería. En las estaciones de servicio los playeros tienen básicos de 320 mil pesos, cuando la nafta aumentó al doble. Pero también la bronca empuja acciones. En Mendoza vienen de dos fuertes paros “contra el vaciamiento y la entrega de pozos”. En Santa Cruz el gremio se declaró en “alerta y movilización” por el cierre de yacimientos. Las conducciones gremiales, sin embargo, no están a la altura del ataque. Entre cada medida y advertencia, el gobierno avanza diez pasos.
Cerrarle el grifo al vaciamiento y entrega
Esa política llega a un costado más peligroso aún. Esta madrugada, mientras se conocía la noticia de los sueldos millonarios, se incendiaba un sector de la destilería de Ensenada.
Es que los sueldos millonarios son la paga por terminar de entregar YPF a los “dueños del país” y las multinacionales petroleras. Los gobiernos anteriores, Kirchner y Macri, nos dejaron con una petrolera mixta, ya manejada por CEO’s y con trabajos precarizados y convenios flexibles.
Hay que pararle la mano. Uniendo a las y los trabajadores que hacen funcionar YPF cada día: efectivos, contratados, tercerizados, de distintos gremios y provincias. Y unirse al resto de la clase trabajadora. El paro convocado por la CGT, aunque lejano y negociador, puede ser la oportunidad para ponerse de pie. Exigir asambleas en cada destilería, campo y yacimiento, para poder discutir cómo enfrentar el saqueo. Y solo se lo puede frenar con un plan de lucha hasta derrotar todo el plan Milei.
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