A través de su abogado, reclamaron “no cortar el hilo por lo más fino”. Aducen que la mayoría de los cadetes entraron a dedo sin cumplir con los requisitos mínimos y que la instrucción fue determinada por el ex jefe Luis Páez.
“No cortar el hilo por lo más fino”. Ese es el reclamo de los ocho policías detenidos acusados de provocar la muerte del cadete Emmanuel Garay y representados por el abogado Raúl Vidable, quienes apuntaron al ex jefe de Policía, Luis Páez.
El letrado sostuvo que “es el propio (ex) jefe de la policía quien decidió donde y como se haría la instrucción, es quien dijo cúmplase, la atención médica de ese día se iba a realizar por una enfermera y que ante una contingencia debían dirigirse al centro médico policial, pero el centro médico no tiene ambulancia ni oxígeno, como no tienen ni oxigeno ni medico otras instituciones de la policía, como el servicio penitenciario policial”, comentó.
A entender de Vidable“, loa detenidos “no podían cambiar ni el lugar o el plan de entrenamiento y cursado, es el jefe de policía quien hizo todas las determinaciones”.
Además, también pidió también investigar las responsabilidades administrativas y políticas de la causa. “Tienen estado de policías y respetan las ordenes de sus jefes, del secretario de Seguridad, del Ministro de Gobierno y del Gobernador, están sujetos a un orden. Esto debe tenerse muy en cuenta para aclarar lo que ocurrió el 5 de febrero”.
Es que el abogado sostiene que “no todos los cadetes tenían las edades correspondientes, Emanuel Garay tenía menos años de los necesarios. Hay cadetes que ingresaron sin el apto médico ni el psicológico”.
Por último, indicó que “fue una muerte no intencional, no dolosa, no querida ni imaginada por mis clientes”.