Redacción de RiojaLibre
En RiojaLibre, te adelantamos con lujo de detalles quiénes irán en la lista que encabeza Agost Carreño; también te confirmamos que Gabriela Amoroso y Silvia Machicote secundarán a Pocho Brizuela y Jorge Basso, respectivamente. Sin embargo, hay una de las listas de la que no podemos darte mayores precisiones: la del Ministro Néstor ‘Tití’ Bosetti.
No es que no querramos o no nos hayamos molestado en averiguar la posición de sus integrantes; sino porque la incertidumbre reina en Acción Riojana. El deseo de Beder Herrera es claro: “Tití debe encabezar la lista para juntar la máxima cantidad de votos para Tere y Felipe”. Sin embargo, el Ministro se resiste a obedecer al Gobernador. ¿Por qué? Las encuestas que manejan en el Bosettismo lo dan ‘muy bajo’ en intención de voto de cara a Octubre.
Es por ello que desde sus medios se intenta posicionar a otros ‘candidatos’ como líderes de Lista, pero -hasta el momento- no se obtuvieron los resultados deseados. Primero fue Andrea Mercado Luna; “si va ella primera, no metemos ni uno”, se escuchó entre los pasillos. Luego fue Diego Mazzuchelli, y aunque tiene más ‘banca’ en la Casa de las Tejas, todavía no tiene la ‘chapa’ suficiente para encabezar una lista. El último intento de Bosetti por conseguir un candidato que encabece, fue el viceministro de Educación; Gustavo Vara es un hombre de máxima de confianza del Ministro, pero su falta de popularidad sería una traba muy difícil de superar.
Consecuentemente, Bosetti ya tiene completados el segundo, tercero, cuarto y quinto casillero de su lista; pero le falta el pequeño detalle de definir al primero. Por qué –entonces- el Ministro no se decide a poner el pecho e ir él mismo como cabeza de lista; en la baja intención de voto que tiene en las encuestas está la respuesta.
En un análisis más profundo, se puede decir que Néstor Bosetti no se resigna a cumplir –en algún momento- su sueño de ser Intendente de la ciudad, y si se presenta el próximo 27 de octubre, recibiría una ‘paliza’ a manos del Quintelismo imposible de remontar en tan solo dos años. Tan bajo es el nivel de adhesión que cuenta entre los capitalinos, que –de presentarse- ni siquiera puede darse el lujo de garantizar ser el candidato bederista con más votos; Pocho Brizuela y/o Paredes Urquiza le arrebatarían ese lugar.
Es por ello que el Ministro se encuentra atravesando una gran encrucijada: sabe que si el Gobernador se pone firme en su pedido, le será muy difícil decirle que NO y continuar en su cargo; por otro lado, él mejor que nadie entiende que si se presenta y suma un nuevo ‘fracaso’ eleccionario (como lo pronostican las encuestas), tendrá que comenzar a despedirse de su sueño de suceder al Gitano.