Entre los 16 y los 22 minutos del primer tiempo, el estadio Mario Alberto Kempes se inundó de polémicas y se convirtió en un hervidero. En ese tiempo, Carlos Maglio le anuló dos goles a Belgrano ante Boca por dos posiciones adelantadas que no existían, y no le cobró una clara falta dentro del área. Antes le había cobrado un penal -en este caso correctamente- al visitante.
La primera de las polémicas fue a los 16 minutos. Juan Quiroga tiró un centro desde la izquierda al punto del penal y Velázquez apareció para cabecear con destino de gol. Pero el línea Ariel Scime vio offside y levantó el banderín. Mal. El mediocampista estaba habilitado. Quien no lo estaba era Lucas Márquez, que aparecía por atrás del ex Unión, pero no participaba de la jugada.
La segunda polémica iba a ser más clara que la primera. Lucas Márquez encabezó el ataque, tocó para César Pereyra y el Picante habilitó a Velázquez, quien convirtió de primera. Pero otra vez el línea Scime, ahora sin motivos para confusión, levantó la bandera y Maglio anuló el tanto.
¿Más? Sí, apenas pasaron dos minutos y el árbitro no vio una clara falta dentro del área. Emanuel Insúa quiso despejar la pelota y le dio a la pierna izquierda de Carrera, quien había entrado al área a toda velocidad. El juez no solo no cobró, además le mostró la tarjeta amarilla al jugador de Belgrano.
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