Una sexualidad activa trae muchos beneficios para la salud: reduce el estrés, quema calorías, alivia dolores, aumenta las defensas del organismo y es aconsejable para conciliar el sueño. Entonces, a ponerse las pilas, ¡que tener sexo es más que saludable!
Si te identificás con estas situaciones, es probable que tu vida sexual sea la envidia de muchas.
- No te importa que el sexo te haga pelota el peinado
En los momentos en que lo estás pasando bien, te olvidás del brushing, de la cola de caballo, de la pancita y de tu apariencia en general. Si realmente es un buen encuentro, tu cabeza está en otro lado, no pensando en cómo te ves. - No te da vergüenza pedir lo que querés
Si estás cómoda con tu compañero, podés decirle claramente qué te gusta y por dónde ir. Sentís la libertad de proponer cosas y no te preocupás por qué va a pensar él. - No permitís que pequeñas cosas te arruinen la diversión
Seguro te pasó que en medio del juego sexual, algún ruido o postura daba para que te pongas, como mínimo, colorada. Pero si tu pareja y vos se acomodaron, rieron y siguieron adelante, ¡es buen signo! Hay confianza en lugar de vergüenza - Algunos vecinos te miran con cara rara.
¿Vivís en un departamento con paredes de Durlock? Tus vecinos deben escuchar algunos ruidos “molestos”, pero si no tenés sexo en tu casa, ¿dónde? Además, ¿qué importan los vecinos si somos felices? -
Te “aparecen” músculos nuevos en el cuerpo
Hace un tiempo que estás con él y escuchaste que hacerlo en determinada posición era genial. Se lo propusiste, y aceptó encantado. Hoy te duele todo y descubriste que hay un par de zonas de tu cuerpo que no habías ejercitado ¡jamás! ¡Doble gozo! - A veces no hay palabras
¡Nada más lindo que no tener nada que decir! El éxtasis no puede ser descripto por palabras. Si te envuelven la calma y el silencio, es porque fue perfecto.