En sólo cuatro meses, los precios subieron casi un 10% acumulado. Para el INDEC, la inflación fue del 2,7% en abril.
El mayor incremento se dio por el tarifazo, que elevó el costo de la vivienda, servicios básicos y combustibles 8% respecto al mes anterior.
El transporte se disparó un 4%, al igual que las prendas de vestir y el calzado. Los restaurantes y hoteles aumentaron 2,3%, la recreación y cultura 1,9% y la salud 1,8%.
Además, las bebidas alcohólicas y el tabaco un 1,3%, mientras que los alimentos y el equipamiento y mantenimiento del hogar lo hicieron un 1,2%.
En lo que va del año, la inflación acumula un 9,6%, según la entidad estatal. La educación sufrió el mayor alza, con un 17,7%. La secundó la comunicación (15,4%), mientras que terceros se ubicaron los gastos del hogar, los servicios y los combustibles (13,9%).
El Gobierno intenta imponer un 15% de techo para las paritarias. Los sindicatos que firmaron con el tope del Ministerio de Trabajo, Jorge Triaca, condenaron a sus trabajadores a perder poder adquisitivo este año, que cerrará con una inflación mayor a ese porcentaje, que a la vez representa la meta del Ejecutivo.
El comercio riojano sigue con sus ventas en caída libre
Así lo manifestó la titular del Centro Comercial, Irma Dueñas, quien sostuvo que la corrida cambiaria y la devaluación del peso frente al dólar se trasladará a los precios y golpeará aún más el poder adquisitivo de los riojanos, que tienen de los sueldos más bajos del país. Alertó sobre despidos y cierres de comercios.
“Los riojanos están cuidando casa peso, buscando los mejores precios y solo comprando a cuenta gotas”. Así lo expresó la titular del Centro Comercial, Irma Dueñas, la compleja situación que atraviesa el comercio local, que viene con sus ventas en picada.
Indicó que la caída de las ventas minoristas son una tendencia que se viene repitiendo desde que arrancó el año pero se está acentuando aún más desde abril último y las primeras semanas de mayo, luego de la corrida cambiaria y la devaluación del peso frente al dólar.
En esa línea, sostuvo que no tiene duda que parte de esa devaluación del peso frente al dólar se trasladará a los precios y apuntó que ello socavará aún más el poder adquisitivo del riojano promedio, cuyo salario es de los más bajos del país.
También se mostró preocupada por algunos despidos y cierres de comercios que se viene dando principalmente en la Capital y culpó por ello también a los tarifazos en la energía y también los costos en alza de alquileres para el comercio.