Así fueron a votar los dirigentes y famosos riojanos:
EN BUENOS AIRES:
Votó Macri: «Tengo una enorme alegría, es un día histórico»
Una multitud lo esperaba en la escuela de Palermo al grito de «Sí, se puede!». Almuerzo en familia y fútbol.
Mauricio Macri tuvo que esperar cinco minutos para poder bajarse de la camioneta que lo llevó a la escuela de Palermo donde emitió su voto. Llegó cerca de las 11.10. La multitud que lo esperaba al grito de «sí, se puede!» obligó a improvisar un cordón de seguridad que le armó un pasillo entre el vehículo y la puerta de la escuela.
Sonriente, de camisa celeste, Macri se dirigió rápidamente a la mesa de votación, portando, como en cada elección, una bolsa con facturas para las autoridades de mesa y fiscales partidarios. Lo esperaba su esposa, Juliana Awada.
El candidato de Cambiemos no tuvo que esperar. Ni bien llegó a la mesa, entregó su DNI y a las 11.15 ingresó al cuarto oscuro. Como el picaporte estaba roto, una autoridad electoral se plantó en la puerta para mantenerla cerrada.
Macri se tomó un minuto, salió y depositó su voto en la urna, posando para los fotógrafos. Estrechó la mano de las autoridades y al fiscal del FPV, un jovencito de 16 años, le acarició la cabeza.
Luego hizo unas breves declaraciones a los periodistas que hacían guardia, pero fueron poco menos que inaudibles. Dijo que estaba muy tranquilo y feliz. «Tengo una enorme alegría, es un día histórico». Cuando le preguntaron cómo seguiría su día avisó: «Me voy a jugar al fútbol y luego a comer con mis hijos y algunos amigos. A las 8 de la noche me voy para el bunker».
Recordó que en el fútbol no le va tan mal. El domingo de la primera vuelta, el 25 de octubre, «metí un gol de tiro libre».
En el medio del caos, le acercaron una bandeja con facturas que ofreció a los movileros. Antes de irse, se agarró una factura que fue comiendo mientras se retiraba de la escuela por otra puerta.
Scioli bromeó con un tango y tuvo casi un acto de campaña antes de votar
Elecciones 2015
Con frases de campaña y una barra que cantaba «Se siente, se siente, Scioli presidente», el candidato del Frente para la Victoria votó en una escuela de Tigre poco después de las 9.30.
Un sereno y verborrágico Daniel Scioli fue el primero de los dos contendientes en el balotaje en depositar su voto, esta mañana, poco después de las 9.30 en una escuela de Tigre. Al borde de romper la veda, por sus palabras y por los cantos de la barra que lo acompañó, el candidato del Frente para la Victoria tuvo casi un último acto de campaña y pidió a la gente «votar en defensa de su futuro».
Scioli votó en la escuela EP 16 de Dique Luján, en Tigre. Además de la nutrida y obvia guardia periodística, el gobernador bonaerense fue acompañado por una barra que, mientras el candidato posaba para las fotos con el sobre en su mano, cantaba «Se siente, se siente, Scioli presidente». También se escuchó el típico cántico futbolero: «Que esta tarde cueste lo que cueste, esta tarde tenemos que ganar…».
El gobernador bonaerense se tomó más de media hora para responder preguntas después de pasar por el cuarto oscuro, en lo que fue prácticamente un último llamado al voto. Estuvo acompañado por su esposa, Karina Rabollini, quien vestía camisa naranja, y por su hija Lorena, quien llevaba un atuendo similar pero en amarillo. Consultada por el canal TN sobre la similitud con el color usual en el PRO, la hija de Scioli se atajó y aclaró que se trataba de «verde limón».
Ante los micrófonos, el postulante del FpV se mostró confiado. Y se permitió una broma tanguera: destacó como un logro haber llegado al balotaje para enfrentarse con Mauricio Macri, de Cambiemos, y señaló que «como dice el tango, mano a mano hemos quedado».
Scioli también pidió a la gente «votar en defensa de su futuro». Y volvió a citar al papa Francisco para pedir que se vote «con conciencia».
«Hoy gana la gente», expresó. Y sonriente, chicaneó: «Es un gran día argentino y un día pero… (sin terminar la frase), y ahí me quedo», dijo para sortear la veda.
De todos modos, luego reclamó a los ciudadanos que «elijan el mejor camino de la estabilidad social, económica y política» y les pidió que «piensen en su salario, en su trabajo», por lo que solicitó «el voto a lo seguro, el voto a lo confiable, el voto a mantener lo que hay que mantener».
Consultado sobre Macri, el gobernador fue cauto: «Yo no voy a hablar de mi curcunstancial adversario político». Y repitió el mantra que en los últimos días de campaña había abandonado en pos de las críticas a su rival: habló de encarar lo que viene «con fe y optimismo».