El circuito es el siguiente: la piel recibe los nutrientes a través de la sangre y esa constante renovación celular requiere de un gran aporte de sustancias. Entre ellas, el agua, las vitaminas A, B y C, las proteínas y los ácidos grasos insaturados. Contar con el suficiente aporte de estas sustancias, dejará a la piel lista para resistirse a los embates del aire acondicionado, la calefacción, las temperaturas más extremas, los rayos UV, la humedad, calor y demás vericuetos climáticos.
El cuerpo vive en permanente recambio de fluidos y el agua es esencial para lograr vitalizarlo y generar un efecto detox. Por lo cual, será recomendable incluirla abundantemente. Las frutas, las ensaladas, las infusiones y los caldos aportan gran cantidad de líquidos. Aunque también es conveniente acostumbrarse a beberla en estado natural y dejar de lado los jugos y gaseosas industrializadas que contienen edulcorantes, colorantes y conservantes.
Si bien es vox populi que un adulto sano debe beber al menos dos litros diarios, los estudios más recientes recomiendan establecer como referencia el color de la orina. La regla es incorporar más líquidos, si se ve muy oscura y reducir la cantidad, si se ve transparente.
Vitamina A y Carotenos
Disminuyen la tendencia a que el cutis se agriete y favorecen la formación de la barrera contra los microorganismos. Los vegetales de colores verde, rojo y naranja intensos son fuente importantes de estas sustancias y, además, contenedoras de gran cantidad de agua.
Vitamina B
Su principal función en la piel es evitar la sequedad y otros trastornos, como la dermatitis. Sus fuentes importantes: la levadura nutricional, el germen de trigo y los cereales integrales.
Vitamina C
Intervienen en la síntesis de colágeno, para evitar la aparición temprana de arrugas y la falta de elasticidad. Los cítricos, el kiwi, las frutillas, las moras, los arándanos, los tomates y los pimientos son buenas opciones para incorporar este nutriente.
Proteínas
Contribuyen a la regeneración celular y evitan su fragilidad. La recomendación más saludable: incorporar más cantidad de alimentos de este tipo de origen vegetal, como legumbres y frutos secos.
Ácidos grasos insaturados
Mantienen la humedad de los tejidos, lo cual contribuye a un adecuado espesor. Están presentes en el aceite de oliva -se recomienda el de primera prensada en frío-, las aceitunas negras, las semillas de chía y linaza, la palta y toda la variedad de frutos secos.
Patricia Robiano es licenciada en nutrición y holistic health coach. Brinda talleres y sesiones individuales online y presenciales sobre nutrición consciente y sobre su método para potenciar la energía vital.
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