Igual que sucedió durante Navidad, en algunos sectores de la ciudad se escucharon bombas de estruendo, cañitas voladoras y otras explosiones típicas de la pirotecnia; mientras que en otras zonas permanecieron más silenciosas, acatando la normativa.
Tanto en el hospital de la Madre y el Niño, como en el hospital Enrique Vera Barros no se atendió ningún herido por el uso de pirotecnia, una frecuente años anteriores. En este inicio de año no se debieron lamentar víctimas de quemaduras en la ciudad, lo cual también es un logro de la prohibición de venta.
La conciencia del daño que produce en otros seres, tanto personas como animales, logró disminuir el uso de pirotecnia, y si bien está vigente la prohibición de la venta, en algunos sectores de la ciudad se escucharon numerosas detonaciones por uso.
La pirotecnia sonora afecta especialmente a las personas con autismo, ya que tienen sensibilidad auditiva. También afecta a perros, gatos y pájaros, incluso puede causar la muerte de ellos. La conciencia del no uso de pirotecnia se extiende por todo el mundo, ya que también contamina el medioambiente. Si bien su disminución es notable, aún falta más trabajo para su completa erradicación, tanto en las celebraciones religiosas y de año nuevo, como eventos deportivos y culturales, como por ejemplo La Chaya.
Por primera vez en 38 años, no hubo heridos por festejos de año nuevo en el hospital de Quemados
En todos los centros de salud se atendieron menos heridos por el uso de pirotecnia. Sin embargo, hubo algunos casos graves.
El hospital de Quemados no registró heridos desde la tarde de ayer hasta la madrugada de hoy, por primera vez desde hace al menos 38 años, según informó Eduardo Strusi, jefe de guardia de ese centro asistencial.
«Por primera vez en los 38 años que llevó como jefe de guardia, no tuvimos que atender heridos», explicó Strusi en el puerta del hospital ubicado en el barrio porteño de Caballito.
Y aclaró: «Estamos muy contentos aunque aún falta esperar a ver qué pasa en el transcurso del día y de la semana, ya que a veces llegan pacientes derivados».
Asimismo, Strusi manifestó que el equipo médico espera que «se mantenga esta tendencia» y adjudicó este resultado nulo de heridos a la «variable económica» y «a la prédica de entidades médicas en contra de la pirotecnia para evitar accidentes».
«La mayoría de pacientes que atendimos fueron por accidentes domésticos», explicó el cirujano plástico y dijo: «Ojalá estemos aprendiendo».
Por último, el jefe de guardia indicó que esperan tener «una estadística completa» de heridos para el fin de semana.
En tanto, ocho personas resultaron heridas por el uso de la pirotecnia y fueron atendidas en el porteño Instituto Oftalmológico Pedro Lagleyze, desde la medianoche de ayer y madrugada de hoy, de los cuales tres presentan heridas de gravedad, según informó hoy la jefa de Guardia, Cecilia Cabrero.
«Recibimos a dos adultos y seis menores de entre el 1 año y medio y 10, de los cuales dos adultos y un niño de 4 años presentan heridas de gravedad», señaló hoy a Télam la médica Cabrero desde la puerta del centro de salud del barrio porteño de Villa General Mitre.
Con respecto al estado del niño, señaló que «le van a realizar una cirugía por heridas en el ojo provocadas por una bomba de estruendo que le arrojaron debajo del asiento en el que el nene estaba sentado».
En referencia al año pasado, Cabrera manifestó que «disminuyeron la cantidad de heridos».
Más concurrido fue el hospital oftalmológico Santa Lucía, donde al menos 21 personas resultaron heridas y tuvieron que ser atendidas por el uso de pirotecnia, de los cuales 11 son menores de 15 años y solo un adulto se encuentra en grave estado, informó hoy encargado de Guardia, José González del Cerro.
«El porcentaje de niños heridos relacionados con las fiestas siempre se mantiene en un 50 por ciento. De los 21 lesionados, 11 son menores de 15 y un adulto grave por herida en párpado», indicó a Télam Del Cerro desde la guardia del centro ubicado en San Juan 2020, en el barrio porteño de San Cristóbal.
Fuente: www.ambito.com
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