«Las casas que nunca se terminaron y las madres solteras siguen esperando en Guandacol», así titula un medio local para reflejar el descontento generalizado que existe contra la figura de Oscar Chamía en sus propios pagos.
La Imagen pertenece al proyecto de las 20 casas de madres Solteras de la localidad de Guandacol que el diputado Oscar Chamia comenzó, pero así quedo el predio; comenzaron con los cimientos y terminó abandonado. Las madres Solteras que tenían la ilusión de sus casas exigen explicaciones al legislador, se pudo saber que el funcionario legislativo había recibido los recursos suficientes para terminar las casas y no cumplio.
Al ser abandonado el predio se llevaron los ladrillos y las columnas de hierro, vecinos del lugar dijeron que ese material se lo habría llevado un dirigente de Guandacol del propio diputado.
La repudiable picardía del Oso

En artículos pasados te hemos contado que en el año 2010 el Diputado Oscar Chamía se comprometió con 20 madres solteras a construirles sus viviendas (click aquí). Pasaron cuatro años y la Obra ni siquiera comenzó, aunque el dinero hace años que salió desde el Gobierno Provincial. ¿Dónde está la Plata? También en el 2010, Chamía comenzó a hacerse una ostentosa casa en Villa Unión. ¿Casualidad?.
Uno de los propósitos que nos pusimos en RL a la hora de comenzar a recorrer el Interior, es descubrir qué se piensa sobre cada dirigente en su lugar de origen. Muchas veces en Capital se tiene una noción que no coincide con la idea generalizada que tienen los ciudadanos sobre determinado político en su tierra natal. No es el caso de Chamía: en Villa Unión, la figura del Diputado tiene un rechazo aún mayor del que se observa en Capital.
Recorrer las calles de la ciudad cabecera del Departamento Felipe Varela y pronunciar el nombre de Oscar Chamía equivale a recibir como respuesta gestos de agotamiento, resignación y varias historias que sustentan la mala reputación del Diputado. La más común es la de las 20 viviendas que Chamía se comprometió a darles a madres solteras de Guandacol, y -a cuatro años- las casas brillan por su ausencia.
“El dinero ya salió hace años de Provincia y el Oso nunca lo usó para hacer esas viviendas”, nos afirma un lugareño y luego agrega: “pero es un error afirmar que no lo utilizó para hacer viviendas, vení que te muestro lo que hizo”. Nos alejamos unas pocas cuadras de la Plaza principal y nos encontramos con una fastuosa vivienda:
“Esta es la casa del Oso, sabés cuándo se la hizo”, nos pregunta desafiante. Ante nuestra ignorancia, retruca: “En el 2010, cuando ‘gestionó’ las viviendas de las madres solteras”. Con una viveza criolla propia de los ciudadanos del Interior, nuestro ‘guía’ concluye: “no hace falta ser Lanata para descubrir dónde esta la guita de esas 20 viviendas que no se hicieron en Guandacol”.