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Tremendo vacío de poder del Presidente de la Cámara de Diputados

Como te lo venimos recalcando en RL, por la improvisación en las negociaciones, Javier Milei agotó su paciencia con Martín Menem y lo degradó, poniendo a José Luis Espert como interlocutor con los Diputados. Consecuentemente, Martín Menem -aunque por ahora sigue con el cargo- mira desde afuera todas las negociaciones. En las últimas horas, con una frase, los Diputados -oficialistas y opositores- se burlan del riojano: ‘Si quieren un Café, vamos a verlo a Martín para que llame al Mozo’. Al parecer, ese es el ‘único poder’ que le queda.

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Redacción de RiojaLibre

El malestar en el Gobierno Nacional por la demora en la Ley Ómnibus y el DNU es indisimulable. Ayer, dicho malestar tomó caracter de crisis, ya que el presidente tuvo que echar a uno de sus ministros -Guillermo Ferraro- por dejar trasender una polémica frase de Milei en la reunión con los Gobernadores: ‘los voy a fundir a los gobernadores, no les voy a dar ni un peso’.

Tanto esta desafiante frase del Presidente el Jueves, como el tuit del Ministro de Economía el Miércoles, se deben a la deficiente tarea de Martín Menem en el Congreso. ‘Si Martín hubiese hecho bien los deberes, no haría falta ni que se meta Caputo, ni mucho menos el Presidente’, sostenían desde Casa Rosada durante la noche del Jueves.

Amenaza de Caputo: definió qué fondos les va a recortar a las provincias si  no apoyan la ley ómnibus

El descontento con la función de Martín Menem es evidente. Más allá de si sigue en el cargo o no (La Política Online asegura que será desplazado), lo cierto es que el riojano ya no ostenta el poder que tenía hace un mes, cuando inició su función en la Presidencia de la Cámara Baja del Congreso. En tan solo un mes, Martín Menem dilapidó un tremendo caudal de poder.

Otro medio nacional publicó:

La situación de Martín Menem pende de un hilo. Legisladores dialoguistas están alarmados por el desconocimiento que tiene en la gestión el presidente de la Cámara de Diputados. Su falta de capacidad en la rosca, arrastra también a Guilerrmo Francos, porque ambos son los responsables de lograr los consensos que permitan sacar la Ley Ómnibus. Ante esta situación, fue Federico Sturzenegger, sin cargo pero con poder, quien terminó negociando en Recoleta con los diputados, de manera ilegal, el apoyo a la Ley que viene a vender la Argentina.

Tal es la pérdida de poder de Menem, que sus propios pares comenzaron a reirse de su función, burlándose en los grupos de WP y hasta en los pasillos del Congreso: ‘¿Martín? Ahí está, si querés un Café andá a buscarlo que él lo llama al Mozo’.

Ese parece ser el ‘gran poder’ que le queda al riojano, llamar al Mozo. Negociaciones, tanto con la oposición como con el oficialismo, ya no lo tienen como protagonista.

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