Como todos los años, este 31 de diciembre fue feriado provincial en La Rioja. Sin actividad pública ni privada, no abrieron los bancos y solo funcionan hasta las 19 con normalidad los comercios y parcialmente los servicios.
Es el día del Tinkunaco, que el pueblo católico celebró a las 12 del mediodía en Plaza 25 de Mayo, bajo un cielo nublado y una temperatura cercana a los 35 grados.
La ceremonia fue presidida por el obispo Marcelo Colombo y, entre las autoridades institucionales estuvieron presentes el gobernador Luis Beder Herrera y el vice intendente capitalino Armando Molina, entre otros.
La celebración
Pocas fiestas revisten un contenido de belleza, colorido y honda religiosidad como esta que se viene celebrando en La Rioja desde el siglo XVI.
Para el viajero, peregrino o turista, no deja de asombrar la cantidad de gente que llega desde todos los puntos cardinales a La Rioja y que se encuentran por las calles o que ingresan a la Catedral-Basílica, pues no solo los riojanos de la ciudad Capital sino también los del interior o de otras provincias, venidos a pie, a caballo o por otros medios, se suman a las Fiestas, que se inspiran en un hecho histórico: la fecha en que se renovaba el alcalde de la época española.
Es el Tinkunaco, el encuentro, entre San Nicolás de Bari, patrono de la ciudad, y el Niño Alcalde, el 31 de diciembre de cada año a las doce en punto, cuando el sol quema las calles pero no aplasta los espíritus.
San Nicolás y sus alféreces, con banda y bandera al estilo español, al llegar frente a la Casa de Gobierno, se encuentran ante el Niño Alcalde, que viene desde San Francisco, por su allis con escapulatorios y vinchas al uso indígena. Allí, San Nicolás hace tres genuflexiones a su Señor, y siguen juntos hasta la catedral, donde el Niño permanece tres días.
Esta procesión del Encuentro se funda en una antiquísima tradición que asegura el sometimiento de los indios sublevados en Las Pardecitas, por obra del violín de San Francisco Solano, y de la asunción del Niño Dios como Alcalde de la Ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja. La historia figura en la Bula de canonización de San Francisco Solano, y en una carta del gobernador de La Rioja, conservada en el Archivo de Indias.
La historia religiosa
El hecho histórico de 1.593 es asumido en nuestra en nuestra capital con dos procesiones que se encuentran (Tinkunaco) frente a la Casa de Gobierno. Una procesión sale de la Catedral y la otra, del templo de San Francisco.
La primera con la imagen de San Nicolás. Concurren a esta procesión los alféreces, es decir los señores feudales, con los distintivos de sus feudos, de su propiedad. Marchan organizados como una cofradía, cuya comisión directiva está integrada por doce apóstoles y discípulos de Cristo. El Alférez Mayor haciendo las veces de San Pedro. Apóstoles y aspirantes van acompañados con su correspondiente estandarte como si fuese el escudo de armas. No hace falta explicar más sus significados, con solo verlos, se entiende que son los españoles.
La segunda procesión parte del templo de San Francisco. Concurren los diaguitas que llevan la imagen del Niño Dios Alcalde. El Jesús anunciado por Francisco Solano y aceptado por los diaguitas; van vestidos con sus vinchas o coronas y sus ponchos o escapularios.
Se llaman los Ailles, una palabra quechua que significa triunfo, victoria. Ellos también están organizados en una cofradía, presidida por el Inca.
El Inca está identificado por el arco y por la caja, el arco, como si fuese un trono. La caja chica como ritual para compañar el canto religioso, porque la caja grande es para la vidala y la chaya.
Con solo ver esta gente pasar, se entiende que son los diaguitas. Ya identificados los dos grupos que salen de lugares distintos, sabemos que se van a encontrar como aquel jueves santo de 1.593.
Pues bien, cuando las dos procesiones se encuentran, todo el mundo incluido San Nicolás se arrodillan ante el Jesús Niño Alcalde. Se igualan, toman una misma actitud para que haya fusión, y los alféreces inclinan sus banderas hasta el suelo, por que ya no cáben diferencias.
Para confirmar estas ideas todo el mundo aplaude contento, todos se confunden en un abrazo como el de Francisco Solano, aquel jueves santo.
Diaguitas y españoles han procreado y les ha nacido un hijo “El pueblo riojano”.
Esta ceremonia se realiza todos los 31 de diciembre a las 12 horas. Cuando los españoles renovaban sus autoridades. Año nuevo, autoridad nueva, por eso también la casa de gobierno; el reclamo era político, no religioso. Los diaguitas exigían el cambio de alcalde, no del sacerdote.
La procesión del miércoles 1 de enero será a las 20
Este miércoles 1° de enero de 2014, en ocasión de la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, el día de San Nicolás y la Jornada Mundial por la Paz, se realizará a las 20, la tradicional procesión con las sagradas imágenes..
En horas de la mañana habrá misas en la Iglesia Catedral a las 8, a las 9.30 y a las 11, en las que se rezará especialmente por las necesidades materiales y espirituales del santuario.
La misa solemne de las 9.30 estará presidida por el obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Daniel Colombo.
Los festejos centrales comenzarán a las 20, cuando sean llevadas en procesión las imágenes del Niño Alcalde y del santo patrono para recorrer las calles San Nicolás de Bari – Oeste-, Avellaneda, Pelagio B. Luna y 25 de Mayo, para retornar al atrio de la Catedral.
Luego el obispo Colombo pronunciará el mensaje de Año Nuevo y anunciará la bendición papal, y al término de la procesión se celebrará la misa en el interior del templo.
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