Redacción de RiojaLibre
«Tengo a mi marido que lo operaron el 2 de septiembre de cadera y femur, y el 2 de octubre ingresó a guardia con una infeccion, lo que ellos llaman osteosintesis del femur izquierdo, presentando fistula a la mitad del muslo izquierdo», nos resume Noelia Brizuela sobre lo que está viviendo actualmente en el Hospital Vera Barros.
Siendo un paciente no apto para estar en esta area (Guardia), ni en traumatologia ni en clinica médica se hacen cargo de Juan Morel, que tiene la cicatris abierta a mitad de muslo. No sin antes avisarte que son imágenes impactantes, te mostramos cómo están la fístula y la pequeña cicatriz que se le está haciendo:
Es urgente que se le haga al paciente un ‘toalet quirurgico’, pero en el Hospital Vera Barros no lo quieren hacer porque no hay instrumental para una persona de su tamaño. Por eso se quiere trasladar a Morel a Cóordoba, pero no se agiliza la derivación del paciente. Noelia está desesperada porque la herida ya esta supurando, por otro lado de la cicatriz y si no se hace nada teme que su marido pierda la pierna.
LA ODISEA DE NOELIA Y JUAN MATÍAS, PASO POR PASO
Juan Matías Morel tuvo un accidente motociclístico el año pasado, donde resultó con trausmatismo de craneo, fractura de femur y cadera, radio y cubito todo del lado izquierdo. Morel ingresó el 16 de agosto de 2014 al Hospital Vera Barros, estuvo en guardia donde le hicieron una tomografía y placas para detectar fracturas.
El primer diagnóstico que se le da a la mujer de Morel es que ‘solo se había quebrado radio y cubito’, aclarando que en la tomografía no salía nada más. «Al otro día -17 de agosto- yo me lo llevaría porque supuestamente no tenía nada, vamos a esperar que despierte para que le vean el golpe en el ojo nada más, pero me dijeron que no tenía nada, me lo aseguraron», explicó su mujer.
El problema fue que ese día Morel no despertó jamas y la respuesta de los médicos era ‘ya va a despertar’. Eran las 11 de la mañana del 17 de agosto (día posterior al accidente) y lo llevan de urgencia a UTI porque entró en shock. «Fue tanto el tiempo que lo dejaron tirado en guardia sin la atención correspondiente para un paciente tan grave como él, que dejó de respirar por sí solo y tuvieron que entubarlo», nos explica su mujer.
Revisan en Terapia nuevamente la misma tomografía que le realizaron el día del accidente y recién allí detectan traumatismo de craneo, edema y derrame cerebral. Vale aclarar que los médicos de Urgencias vieron el mismo CD con el que los otros médicos habías asegurado que no ‘tenía nada y mañana se lo puede llevar’.
Le vuelven a realizar placas a Morel y se dan con que no solo tenía fractura de radio y cubito, sino que también tenia fractura de femur. «Osea, lo tuvieron en guardia sin calmantes y entró en schok por el mismo dolor, imagínese cuanto sufrimiento; estuvo en coma 25 días más o menos, lo tuvieron entubado más de lo que correspondía y se le hizo una stenosis traquial, porque se le cerró la traquea», relata -totalmente acongojada- la mujer de Morel.
Durante el cuestionado tratamiento, el paciente pescó una neumonía intrahospitalaria. «Desde allí nos tienen tres meses en espera porque como es gordo ningún traumatólogo quiso hacerse cargo, ni siquiera para mover papeles para su traslado, tuve que hacer un kilombo (sic) que duró tres meses porque no me daban bolilla», nos aporta.
Morel estuvo 3 meses quebrado sin que se le haga nada de nada, corriendo riesgos de trombosis y de desarrollar una asepsia, porque el hueso estaba fracturado en forma de cruz el femur. Luego de esos tres meses consigo que se hagan cargo, lo trasladan y en Córdoba le descubren recién que la cadera también estaba quebrada, cosa que en tres meses y medio jamás se dieron cuenta en La Rioja. Se suspende la cirugía porque cambian los planes, la prótesis para el femur no serviría porque se sumó un problema más: la cadera.
Noelia Brizuela (esposa de Morel) nos aclara que «en Córdoba nos dan una muy buena atención médica, mi marido llegó un 2 de octubre (2014) y el 16 lo operan de femur, cadera, radio y cubito, sale todo bien; mientras seguía con la traqueo le dan el alta». «He llorado horrores, en terapia a dos doctoras les dije ‘ustedes no son médicos, son carniceros, he visto morir gente porque aquí experimentan como si uno fuese conejillo de india'», agrega.
Hasta ahí la primera parte de esta odisea que vivieron Juan y Noelia. Pero en febrero, a Morel se le detecta que la cadera no soldó, le realizan un centellograma. «Tuve que juntar plata que no tenía para hacerlo, para ver si por causa del tiempo que no se hizo nada en el Vera Barros se había desarrollado una posible necrosis (muerte osea )», relata Noelia.
El estudio finalmente indica que no es necrosis, por eso el doctor cordobés decide retirar el implante y poner uno más reforzado para lograr hacer soldar la cadera. Nuevamente, otra vez Noelia volvió a vivir una odisea desde febrero a septiembre, medio año rogando a las autoridades riojanas para que recién el 2 de septiembre lo trasladen a cirugía. Lo operan en Córdoba y sale bien. Pero el 2 de este mes Morel ingresó al hospital Vera Barros, y desde hace 12 días está en guardia con una infección en la herida, se le abre los puntos que tiene, unos 3 puntos de una operación.
«Desde allí volvemos a lo mismo, siguen discriminando a mi marido. La gente de trauma no lo lleva al servicio porque quieren trasladarlo a Córdoba para que lo vea el doctor que lo operó, pero me dicen que lo llaman y no atiende, que están viendo ese tema», resume Noelia.
El jueves logran comunicarse para realizar el traslado, se manda el presupuesto para que se le haga el ‘toalet quirúrgico’ antes de que la infección llegue a la prótesis. «Pero no sale el traslado, me tienen de aquí para allá y nada, y la pierna ya hizo una fistula en la parte de la cadera, y eso no esta bien», asegura Noelia y -entre lágrimas- suplica: «necesito ayuda, debido a todo esto estoy sin trabajo por que Juan tiene madre, pero se borró toda su familia, solo estoy yo y mis viejos que me ayudan con mis niños».
«Tuve que dejar todo para cuidar a mi marido, hace más de un año que está con problemas tras problemas, es muy difícil para nosotros salir adelante y encima yo tengo que buscar a los traumatólogos para que vengan a hacer las curaciones, para que le den la medicación que les recomendaron de Córdoba y hasta tengo yo que comprarle ketorolac, dipirona, y querian que también compre el antibiótico ceptrexona y cinta medicinal porque el Hospital no tiene esas cosas», relata con plena emoción Noelia.
Por último, Noelia asegura que «el director del Hospital está al tanto de esto desde el jueves, y aun no tengo respuestas positivas, el necesita ser trasladado».
La pierna de Juan Matías Morel corre peligro, está a punto de perderla. Noelia, su mujer, lucha estoicamente por la salud de su marido y solo pide una bendita firma para que se autorice su traslado. ¿Qué están esperando en el Hospital? ¿Que tengamos que informar otra noticia trágica en sus instalaciones?
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