La lista de la felicidad: quién es quién entre los favorecidos por José López
El ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo enviaba a Vialidad Nacional un listado de las empresas que iban a cobrar ese mes los certificados de obras viales
Todos los meses llegaba puntual la «lista de la felicidad». Cuidadoso, José Francisco López, alias Josecito o Lopecito, secretario de Obras Públicas, enviaba a Vialidad Nacional un listado de las empresas que iban a cobrar ese mes los certificados de obras viales.
No había ningún expediente atrás ni tampoco documentación que acredite el avance o no del proyecto. En Vialidad, cumplían y los pagos se confeccionaban. Todo dependía de la discrecionalidad de López.
«La gran mayoría de las veces, el imperio Austral Construcciones y todas las empresas relacionadas con Lázaro Báez se llevaban los primeros puestos»
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López manejó $ 133.500 millones en forma directa durante la gestión de Cristina
Aquella «lista de la felicidad» era más bien corta. La gran mayoría de los constructores viales esperaban en vano ser incluidos en la nómina encantada. Pocos lo lograban, al punto que Vialidad tenía una enorme deuda con sus contratistas. A fines de diciembre, cuando la nueva administración que lleva adelante Javier Iguacel terminó una auditoría, se acumulaban 1000 millones de dólares de deuda. Existían 930 proyectos adjudicados, la mayoría de ellos, paralizados por falta de pago.
Había, pues, un elenco estable en el listado de cobro que enviaba López a las oficinas de Diagonal Sur. La gran mayoría de las veces, el imperio Austral Construcciones y todas las empresas relacionadas con Lázaro Báez se llevaban los primeros puestos.
La constructora de Báez tenía trato especial también en los plazos de pagos de Vialidad Nacional respecto de las constructoras en general. En 2012, el promedio de tiempo desde que las empresas presentaban su certificado de obra hasta que cobraban era de 210 días. En ese año, el pago que se hizo más rápido fue en 48 días. Este universo, claro está, excluye al Grupo Austral. Aquellos 210 días de espera en el caso de Báez era de 69 y el mínimo de tiempo fue de 14 días.
Otra constructora que siempre estaba en los primeros lugares del listado era Rovella y Carranza, una de las empresas sobre la que la Justicia va a tener que poner la lupa. Algún expediente que recopila antecedentes ya se acumula en al menos una repartición oficial.
Otro de los clásicos era Cristóbal López , con su constructora CPC. Hay quienes dicen que la relación con entre López, el escondedor de dólares en conventos, y el otro López, el dueño de casinos, era óptima. No así con Báez, al que incluía en el listado maravilloso por órdenes de arriba.
Pero hay más. En el Norte hay tantas sorpresas como en el Sur. Por ahora las provincias norteñas están en segundo plano respecto de lo que se conoce en materia de obra pública en la Patagonia Sur.
Sólo bastará un viaje de algún fiscal para conocer trapizondas similares pero más tropicales. De aquella zona había empresas que también aparecían en todas las «listas de la felicidad» de López. Panedille, una constructora con fuerte operación que en el Norte, es la más popular en la millonaria nómina de López