En una entrevista con Gustavo Sylvestre en C5N, el Senador Nacional Wado de Pedro habló sobre el complejo panorama interno del Partido Justicialista (PJ) y el papel de su amigo y Gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. De Pedro destacó su amistad y respeto hacia Quintela, diferenciándolo de algunos actores políticos a su alrededor que, según él, «viven del negocio de la política». «Estamos confundidos si creemos que la política es para cumplir sueños personales», sentenció el senador, quien rara vez se expresa en los medios.
De Pedro también lamentó la reciente decisión de la Junta Electoral de rechazar la lista de Quintela, lo cual, en su opinión, obstaculizó la posibilidad de realizar una elección interna en el PJ. «Le hacía bien al peronismo, para nosotros era lindo tener una elección», comentó. El senador consideró que un proceso electoral habría sido positivo para la unidad del partido y su fortalecimiento frente a los desafíos que plantea la gestión de Javier Milei.
El senador, además, reflexionó sobre el futuro del peronismo en un posible escenario post-Milei. Para De Pedro, el próximo gobierno peronista deberá tomar decisiones fuertes para reconstruir el rol del Estado. «Tiene que tener un DNU más grande que el de Sturzenegger», advirtió, en referencia al impacto de medidas económicas que, según él, han favorecido a sectores privilegiados a costa de la clase media y de la estabilidad económica de los argentinos.
En una mirada crítica a la coyuntura actual, De Pedro recordó las políticas implementadas durante el gobierno de De la Rúa, especialmente el «megacanje» y el «corralito», que afectaron gravemente a los ahorros de los argentinos y generaron desconfianza en la clase media. «Es parte de la consigna de la destrucción del Estado», añadió.
Finalmente, el senador hizo un llamado a la dirigencia para afrontar los tiempos difíciles con «institucionalidad y coraje», y advirtió sobre la falta de convicción en algunos líderes políticos para cambiar la realidad actual. «Hace falta coraje, que es lo que falta en algunos dirigentes, algunos muy condicionados», concluyó.