El pasado viernes, se reunió el Consejo Directivo de la OSUNLaR, obra social de la UNLaR, que se encuentra envuelta en denuncias de malversación de fondos y mala administración.
Haciendo memoria, el año pasado, explotó el escándalo del intento de la expresidenta, Marita Corzo, de comprar un edificio de departamentos, en la ciudad de Córdoba por mas de 450 millones de pesos, sin fundamentación alguna y con el total desconocimiento del Consejo Directivo y el Consejo Superior de la UNLaR sobre el tema.
Así fue, que a fines de febrero, el Consejo Superior decide remover al gerente de la obra social, y en su lugar poner a quien era el Síndico, que presentaba los informes de las múltiples irregularidades ante el máximo órgano de la Universidad, y en su lugar, designar, a la contadora Ortiz Fonzalida, del espacio FACU del ex rector Fabian Calderón.
En el último Consejo Superior, la Sindica, Liliana Fonzalida, presentaba su informe dando cuenta de las múltiples irregularidades que atraviesa la OSUNLaR, así fue que se votó la participación de veedores en el Consejo Directivo de la obra social, y es que dentro de lo expuesto se dejó constancia de que Corzo, designaba como becarios de hasta $200.000 a personas que no son estudiantes ni graduados, tal como lo indica el Estatuto de la obra social.
Durante la tarde, se llevó a cabo el Consejo Directivo en el camping de la obra social. Allí, se hicieron presentes los veedores que habían sido electos durante la mañana y el Rector, a quien se le había solicitado que esté presente.
La sesión empezó con una gran tensión, los aliados de Marita Corzo, no permitían a la sindica elevar su informe, tampoco le permitían la palabra a la multitud de trabajadores que se habían presentado, pues al parecer, Marita Corzo, no sólo es denunciada de malversación de fondos y mal desempeño como funcionaria publica, sino también por perpetrar múltiples violencias y maltratos a los trabajadores.
Sin embargo, después de largas horas de una sesión hostil, en la que no se respetaba norma alguna, los trabajadores pudieron tomar la palabra y denunciar, entre lágrimas, las peores vulneraciones de derechos, aprietes, amenazas y hostigamientos, lo cual fue oído y testificado por los veedores designados durante la mañana, gracias al informe de la contadora Fonzalida.
Finalmente, Marita Corzo, quien era la presidenta de la obra social, resulta destituida por unanimidad, asumiendo en su lugar, la vicepresidenta, Ana Laura Toro, quien también venia denunciando las irregularidades que sufría la obra social. Sumado a ello, se resuelve la creación de una Comisión ad hoc, integrada por consejeros, trabajadores y el sindicato que los representa para investigar en profundidad las irregularidades cometidas por la expresidenta y las posibles acciones legales a tomar.
Sin dudas, el accionar de la contadora fue clave para terminar con el oscurantismo con el que Marita Corzo, administraba la OSUNLaR, le tomo solo unos meses, lograr la remoción de la presidenta y comenzar a poner orden en la obra social de la Universidad.
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