El paro con el que amenazaban los choferes de San Francisco se concreta desde el sábado último. Hoy la tensión llegó a su máximo nivel, cuando los trabajadores quedaron divididos entre los que querían retomar las actividades y los que no.
Con escribano de por medio, las partes continuaron firmes en su postura, mientras que con el arribo de Juan Igualada al predio encendió aún más discordia.
En diálogo con los medios, Igualada dijo que “así estamos hace un año, por 20 personajes que están en la puerta no quieren dejar salir a quienes quieren salir a trabajar, perjudican a 200 personas que tienen a sus familias detrás y si no quieren salir haremos la denuncia a la policía”.
Luego afirmó, que son una especie de “mafia”, que han bloqueado todos los accesos al predio en donde se encuentran las unidades y que los trabajadores “desde el sábado están borrachos, están tomando alcohol, me han amenazado”, expresó.
Finalmente, dijo que los escribanos están labrando las actas correspondientes y que esperaban que la justicia actúe en consecuencia porque “buscan fundir la empresa”.