La alianza Cambiemos lavó dinero durante la contienda electoral de 2017 en provincia de Buenos Aires al utilizar a al menos 200 titulares de planes Ellas Hacen y Argentina Trabaja y hacerlos pasar como pequeños aportantes de campaña de Esteban Bullrich, candidato a senador, y Graciela Ocaña, candidata a diputada.
En un extenso trabajo de investigación realizado por El Destape, se pudieron comprobar al menos 205 casos, correspondientes solo a Quilmes y otros partidos de la zona Sur y Oeste del Gran Buenos Aires, aunque los mismos podrían multiplicarse y extenderse a lo largo y a lo ancho de todo el país.
Al cruzar la base de datos de los titulares de Argentina Trabaja y Ellas Hacen en esos distritos (2016), correspondientes al ministerio de Desarrollo Social, con el informe remitido ante la Justicia Electoral por parte de la alianza Cambiemos, se encontraron una enorme cantidad de coincidencias de documentos y personas: todos aportaron a la campaña de Bullrich y de Ocaña por separado, con pequeñas sumas de dinero, que van desde los $300 a los $1500, donde, solo hasta el momento, este medio pudo identificar casi 300 mil pesos blanqueados mediante este perverso método.
En ampaña, Bullrich, Vidal y Ocaña, en sus habituales timbreos en la Provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, al realizar los llamados a los distintos involucrados el resultado fue sorpresivo: ninguno de ellos había hecho tal aporte y su situación económica lejos está de poder asumir un gasto semejante. Es que la mayoría de los “aportantes” resultaron ser personas que se encuentran en una situación de pobreza y vulnerabilidad económica importante: residen en asentamientos o villas, y no cuentan siquiera con los servicios básicos garantizados, en incluso, en muchos casos, ni siquiera pueden garantizarle las comidas diarias a sus hijos.
El Destape pudo corroborar que los nombres abajo resaltados corresponden a beneficiaros de los planes sociales Ellas Hacen o Argentina Trabaja durante el periodo 2016.
Al ser consultados por El Destape, todos coincidieron en que su situación económica empeoró y mucho en los últimos años, por lo que, de contar con recursos económicos, tampoco harían un aporte a la campaña del gobierno, dado que lo consideran en buena parte, responsable de lo que sucede actualmente a nivel social.
Uno de los casos es el de Luis Jaime, cuyo documento finaliza en 018, quien al enterarse que figuraba como aportante de $350 a Ocaña y otros $350 a Bullrich invitó al equipo de El Destape a visitar su casa, ubicada en Villa Itatí, en el partido de Quilmes. Allí, Jaime contó que cobra “doscientos pesos por día haciendo changas” y que últimamente “cuesta más llevar el pan a la casa”, por lo que “jamás haría una cosa así como aportar dinero y menos al Gobierno”.
“Son unos sinvergüenzas de mierda”, sentenció Jaime al ser consultado por lo que sintió al saber que su nombre y su documento había sido usado por Cambiemos para blanquear aportes negros de la campaña durante el año pasado.
Otro de los casos que accedió a brindar testimonio desde su propio hogar, ubicado también en Villa Itatí, es el de Sonia Villán, una joven de 31 años que figura aportando $750 a la campaña de Graciela Ocaña y otros $650 a la de Esteban Bullrich con su DNI terminado en 736, de la alianza oficialista Cambiemos: en diálogo con este medio, Villán sostuvo que “jamás le daría plata” a los aliados del gobierno ya que su situación económica es “insostenible”. Incluso, Villán contó que envía a sus hijos a un comedor social de día ya que sólo puede garantizarles una sola comida diaria.
Como si esto no resultara prueba suficiente del grado de vulnerabilidad de las personas que utilizó el Gobierno para hacer la estafa, El Destape se vio sorprendido por un caso que pinta de cuerpo entero la situación social que se vive en los barrios de Buenos Aires: una de las personas que fue contactada ya que figura como aportante de campaña en 2017 negó haber hecho la donación y toda vinculación con Cambiemos y al momento de ser consultada por la posibilidad de grabar su testimonio pidió a cambio pañales, leche y ropa para sus hijos dado que su situación económica se encuentra muy mal. (*)
En diálogo con especialistas en materia de derecho, el caso de estafa de Cambiemos puede resultar “claramente judiciable” ya que se incurrió, como mínimo, en el delito de usurpación de identidad, seguido de presunto lavado de activos ya que, según establece la ley “será reprimido con prisión de tres a diez años el que convirtiere, transfiriere, administrare, vendiere, gravare, disimulare o de cualquier otro modo pusiere en circulación en el mercado, bienes provenientes de un ilícito penal,con la consecuencia posible de que el origen de los bienes originarios o los subrogantes adquieran la apariencia de un origen lícito, y siempre que su valor supere la suma de pesos trescientos mil ($ 300.000), sea en un solo acto o por la reiteración de hechos diversos vinculados entre sí”.
En este sentido, los letrados también remarcaron a El Destape que Cambiemos podría perder sus sello electoral por al menos diez años, dado que falsificó documentos y le usurpó la identidad a cientos de personas.
Además, según establece la ley de Financiamiento Electoral, no se pueden enviar donaciones en carácter anónimo, por lo que Cambiemos no solo desprotegió y utilizó los datos de cientos de personas en situación de pobreza extrema, sino que lo hizo para ocultar a los verdaderos financistas.
Es necesario destacar que este medio intentó comunicarse con Graciela Ocaña y Esteban Bullrich, los principales involucrados, con 48 horas de anticipación y no recibió respuesta hasta el momento de publicarse este artículo inclusive.
*Este medio decidió preservar su identidad, ayudarla en su pedido y dejar su testimonio de lado por motivos obvios. (EL Destape)