Ayer culminaron las Fiestas Patronales de Invierno en honor a San Nicolás de Bari. Al finalizar la procesión, el Obispo de La Rioja Marcelo Daniel Colombo emitió su mensaje.
Habló sobre el Bicentenario de la Independencia, de la figura de Pedro Ignacio de Castro Barros y también sobre la realidad actual, donde volvió a ratificar la preocupación por el impacto de las medidas económicas que dispararon las tarifas y el llamado a la solidaridad, en especial para los más necesitados.
Pese al frío, la fe de los riojanos se redobló en la procesión y posterior mensaje de Colombo. Autoridades provinciales, municipales y el pueblo en general realizó la procesión por calles céntricas.
En un corto y claro mensaje, Colombo contextualizó esta celebración. “Sabíamos que iba a ser un año intenso, denso de significación. Es el año Eucarístico, del Bicentenario y los 40 años de la muerte de Angelelli. Asumimos el compromiso que Dios estaba pidiendo una respuesta comprometida con la vida, el amor y servicio al pueblo. En el año de la misericordia, El nos enseña que la Iglesia está llamada a aliviar el odio con el consuelo, acudirla con su debida atención”, dijo Colombo.
En este aspecto, elogió la figura del presbítero Pedro Ignacio de Castro Barros y su rol en el Congreso de Tucumán. “Dio lo mejor de sí mismo. Los jóvenes tienen el talento para ser considerados dignos herederos suyos. Lo mejor que podemos hacer para ellos es acompañarlos, facilitarles todo, evitando el atajo”, pronunció Colombo, en torno a la prédica que tuvo el prócer riojano.
Seguidamente realizó un recorrido por las figuras que dieron su vida por la causa de la Independencia. “La patria profunda flamea en el noroeste. Güemes cuidó las fronteras, mientras San Martín liberaba a los pueblos. El noroeste tiene mucho para dar en este Bicentenario. No hay provincias ricas, ni provincias indignas, hay sujetos históricos, pueblos con dignidad y un desarrollo pendiente, para asegurar sus verdaderas posibilidades”, recalcó.
“No caigamos en la indiferencia que humilla e impide descubrir la novedad en el cinismo que destruye”, convocó Colombo, quien dijo que en el Año de la Misericordia el desafío es concretar la misericordia, respondiendo a las necesidades del prójimo.
“Las inclemencias del tiempo, el frío, los días de lluvia y el impacto en las medidas económicas que dispararon las tarifas, es un llamado a la solidaridad, personal y comunitaria”, afirmó. En este sentido hizo un llamado de atención para las decisiones desacertadas que tomen los gobiernos deban impactar lo menos posible en los más frágiles, en los más humildes.
Colombo confirmó que la causa eclesiástica de Angelelli, los curas Carlos de Dios Murias, Gabriel Longueville ha avanzado a pasos importantes, mientras que dijo que se preparan actos muy significativos desde la Iglesia para conmemorar los 40 años de la muerte de Angelelli.
En la procesión y también en la novena, la feligresía reflexionó sobre los documentos enviados por el Papa Francisco sobre la familia.