A finales del Siglo XIX el entonces presidente de los Estados Unidos pronunció una frase magistral que sirvió para sentar las bases éticas y morales de la política contemporánea: “se puede engañar a todo el mundo poco tiempo, se puede engañar a pocos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo”. Tomando esta frase como premisa, podríamos distinguir a dos tipos de líderes políticos: el sabio, que es consciente de lo que dice y se prepara para enfrentar el futuro; y el mediocre, que solamente ‘acompaña’ los hechos actuales y mediáticos con declaraciones demagógicas con el fin de sumar adeptos a su espacio mediante el engaño.
Rápidamente, podemos adecuar este análisis a lo que está sucediendo actualmente en la oposición riojana, con el incipiente y creciente cuestionamiento hacia sus líderes. Como te contamos la semana pasada en este mismo espacio, Julio Martínez e Inés Brizuela y Doria pusieron al descubierto su hipocresía política al renovar la confianza en Ramón Brizuela y Doria para que siga representando a la Oposición en el Tribunal de Cuentas de la Provincia.
Por un lado, Julio e Inés se repiten en sus despiadadas críticas al Gobierno que conduce Luis Beder Herrera: ‘es el Gobierno más Corrupto de la Historia’, coinciden. Sin embargo, el vocal que ‘ellos mismos eligieron’ no presentó ni una sola denuncia en los 6 años que estuvo en el Tribunal de Cuentas. Surge –naturalmente- una pregunta que muchos seguidores opositores intentan contestarse: ¿Cómo es posible que si estamos frente al Gobierno más corrupto de la Historia, nuestro representante en el Tribunal de Cuentas NUNCA haya presentado una denuncia?.
Es ante la imposibilidad de responder coherentemente esta pregunta, que muchos dirigentes opositores comienzan a preguntarse sobre la legitimidad de los líderes que hoy conducen a la oposición. El hecho de que el último jueves se confirme el adelanto de RL –Ramón Brizuela y Doria juró como vocal del TdC por seis años más- puso los pelos de punta a una gran porción de FCR. Algunos dirigentes valientes se animaron a expresar su descontento públicamente, como es el caso de Andrés Cejas, concejal electo de Capital. “Julio e Inés se cortan solos, no entendemos ni apoyamos que el hermano de Inés Brizuela y Doria siga en el TdC”, se despachó el antiminero y fue por más al augurar: «se siente un fin de ciclo en la oposición».
Terminando la semana, el sector de Lucía Ávila dejó trascender que la Diputada rompía todo tipo de relación con Martínez y Brizuela y Doria, y NO apoyaría ni a Macri ni a Massa en Octubre, los dos candidatos a presidentes de FRC. Ante la nota de RL adelantando el rompimiento, el Diputado Nacional y la Diputada Provincial se comunicaron con Ávila, frenando o postergando su decisión para no provocar una implosión de FCR antes de las elecciones.
Sin embargo, el malestar y descontento de los ‘idealistas’ de FCR es inocultable. En su cuenta de Twitter, Marcela Crabbe hizo RT a un tuit de Margarita Stolbizer donde difundía su plan de Gobierno. Stolbizer es candidata a presidente por el Progresismo, mientras que Crabbe es candidata al Parlasur en las listas de Mauricio Macri y Sergio Massa. El RT de Crabbe puede leerse como un grito desesperado de la antiminera pidiendo ‘corte de boleta’; claramente, es una declaración de principios, anunciando que su candidata a presidenta es Stolbizer. No lo puede gritar a los cuatro vientos por arreglos ‘financieros’ entre Macri y Massa con Martínez y Brizuela y Doria, pero Crabbe dejó en claro que no votará ni hará campaña por los Pro mineros Macri y Massa.
Retomando el análisis de Lincoln, el ex presidente yankee nos explica: ‘La distancia entre los grandes líderes y aquellos a los que se les considera mediocres no se mide por la cantidad de aplausos y vítores de sus seguidores, sino que la medida está en el carácter de los hombres’. Culmina su esclarecedor análisis: ‘un líder de carácter significa que sabe cómo afrontar la realidad, por más cruda que se presente, con naturalidad y valentía. Por el contrario, un líder mediocre tratará de disfrazar o maquillar la verdad para que los ciudadanos puedan ver solamente una cara de la luna’.
Martínez y Brizuela y Doria son dirigentes experimentados en esto que Lincoln define como ‘disfrazar o maquillar la verdad’. Ante cada derrota en las urnas, en lugar de reconocer el rechazo popular, desvirtúan el resultado con ‘denuncias de fraude’, ‘proselitismo’, ‘sistema electoral’, etc. No parece difícil de identificar el origen de ese ‘maquillaje’: si Julio e Inés reconociesen que el Pueblo les dijo que NO, deberían dar un paso al costado y dar lugar a nuevos líderes opositores.
En sus reiterados procesos para excusarse de las derrotas, los actuales líderes opositores nos presentan una verdad a medias, que logra confundir o engañar al elector opositor. ¿Qué es una verdad a medias? Un hecho que es empíricamente cierto, pero que NO se lo presenta de la manera correcta. Pongamos un ejemplo concreto para despejar dudas: Sistema Electoral.
Ante la derrota del 5J, tanto Martínez como Brizuela y Doria argumentaron que perdieron por el ‘perverso sistema electoral que existe en la Provincia’. Efectivamente, existe un sistema electoral perverso, que permite una infinidad de listas que marea y confunde al elector. Esa es ‘media verdad’ del hecho. Pero lo que Martínez y Brizuela y Doria no te dicen que ellos mismos también utilizaron ese ‘sistema electoral perverso’. Inés como candidata a Intendente de Capital llevaba 12 colectoras, mientras que el candidato quintelista –Hugo Vera- llevó 9. La ‘verdad completa’ es que existe un sistema electoral perverso, pero es utilizado tanto por el oficialismo como por la oposición. Ergo, el sistema electoral perverso NO es la causa de la derrota de la oposición.
Retomemos a Lincoln: ‘aquellos dirigentes que por política defienden una verdad a medias, es como mínimo, ocultar parte de la realidad que no es conveniente mostrar al ciudadano; están cortejando a la mentira’. ‘Se trata del miedo a perder votos, o peor aún, del pánico por saber en su interior la impotencia y la incapacidad para resolver un problema’, se pregunta irónicamente el ex presidente estadounidense.
Los líderes ‘mediocres’ son aquellos a los que sus intereses políticos los obligan a ‘acomodar la verdad’ para sostener el lugar de privilegio que tienen. No necesariamente son mentirosos compulsivos, sino que –ante situaciones adversas- apelan al engaño para salir ilesos de la derrota. De esta manera, llevan a cabo un maquiavélico plan donde el objetivo NO es ganar, sino perder para seguir siendo opositores, pero no reconocer la derrota con el propósito de no dejar surgir nuevos referentes.
En el medio quedan miles y miles de riojanos víctimas de este engaño. Decir que en La Rioja brilla el optimismo y que no hay disconformidad es tan irrisorio como afirmar que la oposición está bien representada. No sería incorrecto afirmar que La Rioja está partida en dos: un 50% oficialista y un 50% opositora. Esa mitad de opositores son los que están siendo engañados por sus actuales líderes desde hace más de un lustro. Se ilusionan con vencer a la oposición, pero llegado el momento de la elección son víctimas de la incapacidad de los líderes –y candidatos- opositores. Una vez terminado el proceso electoral, comienza un nuevo engaño: el convencimiento de los líderes opositores de que la derrota no es culpa de ellos, sino de la perversidad del oficialismo (fraude, colectoras, sistema electoral, etc). Se edifica una secuencia cíclica que permite sostener a Martínez y Brizuela y Doria como líderes en la oposición.
Pero la frase con la que comenzamos esta columna está comenzando a hacer mella en muchos dirigentes opositores. Quienes hasta hace unas semanas respondían obedientemente cada ‘orden’ de Julio e Inés, se empezaron a preguntar por la legitimidad de sus liderazgos. Perciben y reciben del pueblo opositor la sensación de cansancio y defraudación que existe, y reformulan el pensamiento de Lincoln: ‘Martínez e Inés Brizuela y Doria pueden engañar a toda la oposición poco tiempo, o a poca oposición todo el tiempo, pero no pueden engañar a toda la oposición todo el tiempo’.
Julio e Inés tienen bajo sus alas ‘toda la opoción’ (FCR aglutina radicalismo, PRO, socialismo y peronismo disidente), el ‘poco tiempo’ del engaño parece haber llegado a su fin.
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