El pensador inglés Thomas Hobbes fue quien más centro sus estudios en la motivación del miedo como arma política: “Mientras que el deseo nos mueve hacia adelante, el temor nos detiene a veces con tal fuerza que inhibe las pulsiones del deseo”, sentencia. Existen tres maneras distintas para conceptualizar a lo que cotidianamente se le dice ‘temor’: el respeto, el miedo y el terror. Si bien a simple vista pueden parecer sinónimos, existen diferencias sustanciales entre los tres términos.
“De estas tres motivaciones sólo el respeto cumple una función constructiva. El respeto es el freno suave, racional, que proviene de saber de antemano que, si violamos la ley o desobedecemos la orden legítima de una autoridad competente, seremos sancionados. El respeto se acerca a la idea del ‘temor reverencial’ frente al ejercicio razonable de la autoridad que esperamos de aquel a quien reconocemos cierto grado de superioridad: el padre o el juez, por ejemplo. A la cima de esta categoría pertenece, entre los creyentes, el temor de Dios”, explica magistralmente Hobbes.
Existió un tiempo donde el Gobernador ejerció perfectamente esta ‘función constructiva’. Mal que le pese a algunos, Beder Herrera fue la persona más poderosa de los últimos años en la Provincia, y ese ‘poder’ lo forjó en base a la edificación de una figura cuasi inmaculada a la que todos los subordinados (políticos y ciudadanos, oficialistas y opositores) ‘respetaban’ como tal.
Avancemos con la Tesis de Hobbes sobre el Temor: “Mientras que el respeto supone un alto grado de racionalidad, tanto el miedo como el terror suponen un alto grado de irracionalidad. Quien siente miedo o terror no sabe por dónde le vendrá el golpe, porque el otro, el que le infunde alguno de estos sentimientos paralizantes, no es predecible”.
A partir de una determinada fecha (10 de Agosto de 2013 quizás), Luis Beder Herrera comenzó a perder gradualmente su racionalidad política y –consecuentemente- la previsibilidad de sus actos. Esto produjo –siguiendo las palabras de Hobbes- que quienes lo rodean le pierdan el ‘respeto’ y empiecen a sentir ‘miedo’ ante su figura.
Veamos un claro ejemplo que tuvo lugar en los últimos días y demuestra la irracionalidad del Gobernador: El Día de La Rioja, Beder Herrera se reunió con 15 Intendentes del Interior en Sanagasta y un solo Ministro suyo representando a Capital, Néstor Bosetti. Una semana después, el Gobernador quita de las manos de ese mismo Ministro el Programa Más Cerca y se lo sede al Quintelismo, ante la presencia de Capitanich y su séquito, dejando en ridículo a Bosetti.
El 20 de Mayo Bosetti debe haber sentido que –para Beder- él era la máxima autoridad de Capital; ocho días después observa como el Gobernador le quita todo tipo de legitimidad en el manejo de recursos para la Ciudad. La irracionalidad es de un grado asombroso. Sería comprensible que Bosetti ya no sienta respeto por el Gobernador, sino ‘miedo’; la previsibilidad en la conducta de Beder Herrera desapareció completamente.
Otra víctima de la irracionalidad del Gobernador fue Marcelo Del Moral, quien celebró y respaldó –con previo aval de Beder Herrera- la construcción del Monumento al ex Presidente Carlos Menem en Anillaco. Horas después, desde su cuenta oficial de Twitter, Beder disparó: “Ningún Monumento estoy por hacer”. El estado de incertidumbre en el Gobierno es tal, que no existe información oficial al respecto. Del Moral, al igual que Bosetti, quedó descolocado.
“La irracionalidad de los que propinan los golpes se traduce en la irracionalidad de los que no pueden prever las consecuencias de sus acciones”, asegura Hobbes. En ese marco debe entenderse el comportamiento de Diputados, Intendentes, Ministros y funcionarios Bederistas ante la Re reelección del Gobernador. Muchos entran al despacho de Beder y éste les asegura que NO tiene ganas de continuar en el poder; otros tantos lo visitan y el Doctor les dice que está decidido a ir por su tercer mandato. Reina la irracionalidad en el discurso del Gobernador.
La principal arma que tiene Beder Herrera para sostener la subordinación de sus seguidores es el reparto discrecional de fondos, sobre todo con los Intendentes. Lamentablemente, no existe una Ley de Coparticipación que regule ese reparto de fondos, por lo que el Gobernador tiene la posibilidad de infundirles miedo a los jefes comunales con la amenaza tácita de retirarle el dinero que les corresponde.
Duro Golpe para Pichi
La última víctima de la irracionalidad del Gobernador es el Secretario de Prensa y Difusión Luis ‘Pichi’ Solorza. Nadie duda de que si hay un funcionario 100% fiel dentro del bederismo es Solorza; sin embargo, en las últimas semanas tiene que soportar como su líder lo castiga inexplicablemente.
Con el desplazo de Lucho Contreras, el Secretario de Prensa perdió todo tipo de influencia sobre Canal 9; el Gobernador ‘premió’ el acuerdo político mediático Bosetti-Luna dándole la conducción del canal estatal. Si bien en el diario más importante de la Provincia no se avizoran cambios, fuentes de RiojaLibre aseguran que el dominio de Pichi en el Diario está desapareciendo estrepitosamente, incluso sobre el codiciado Mirador Político.
En la misma sintonía, se conoció que el Gobernador contrató al publicista cordobés Oreste Lucero para que comience a manejar su imagen. El área de actividades de Pichi Solorza se ve reducida notable e inexplicablemente. ¿Merece el funcionario más fiel que tiene semejantes destrates? Una vez más, la irracionalidad del Doctor se hace presente; Pichi ya no respetará a su líder, sino que le tendrá miedo.
Ya nada sorprende en boca de Luis Beder Herrera. Si decide cumplir con lo prometido y confirmar que no será candidato, nadie debiera sorprenderse. Tampoco habrá asombro si –por el contrario- Beder Herrera se desdice y anuncia formalmente su intención de reformar la Constitución e ir por la Re reelección. La previsibilidad y racionalidad se ahuyentaron de un político que –otrora- haya merecido el mote de ‘Estadista’.
La continuidad de Luis Beder Herrera en el poder parece estar desechada, incluso si fuese contra las normas constitucionales e hiciese el intento, la voluntad popular le daría la espalda de forma abrumadora. En la pérdida de respeto hacia el mandatario, y el crecimiento del ‘miedo’ que infunde, se debate la continuidad del istmo que prevaleció en La Rioja durante los últimos años.
Así como con Ángel Mazza se fue el mazzismo, todo indica que –por su imponente política personalista y el creciente del miedo hacia su persona- con Beder Herrera se irá el Bederismo.
Hoy, los Intendentes son Bederistas porque tiene miedo a quedarse sin fondos para sus Departamentos; no los une una fuerte adhesión ideológica, sino solo el temor de quedarse sin recursos para gobernar sus respectivas ciudades. Cuando Beder Herrera no esté al frente de la Gobernación, ese miedo desaparecerá, y -con él- también se esfumaría el istmo.
0
0
