La pequeña cursó catecismo como el resto de sus compañeros, pero a la hora de recibir su primera comunión fue rechazada por el religioso.
La nena en cuestión de llama Catalina Recuna y sus padres denunciaron que el cura Diego Kessler puso en duda que la nena pueda cumplir con las condiciones para recibir el sacramento.
Cuando la madre preguntó el motivo el sacerdote respondió que tenía que asegurarse que la niña distinguiera entre un pedazo de pan y la ostia. También dijo que «debía evaluar a la niña antes de tomar una decisión».
La niña fue bautizada dos veces, la primera a poco de nacer, por el padre Roberto Buckle en Bahía Blanca, cuando su vida corría peligro, y la segunda, ya recuperada, rodeada de todos sus familiares.
«Nuestra hija tiene muchos menos pecados que el más comprometido de los católicos. Su corazón es noble. Había que ver la alegría que tenía luego de la bendición de la palabra de Dios, con qué cuidado sostenía en sus brazos la Biblia que había recibido de manos del sacerdote», dijeron sus padres a La Nueva Radio Suárez.