La noticia la confirmó en España el diario El País y es parte de un proceso de desinversión en toda Latinoamérica de Telefónica. La compra del grupo que conduce Héctor Magnetto se concretó a través de su empresa telefónica Telecom.
La propiedad de Telecom es 40% del Grupo Clarín, 40% del misterioso mexicano David Martínez -eterno rival de Slim- y 20% que flota en la bolsa.
En el camino quedó el mexicano Carlos Slim que quería integrarla a Claro y el empresarios Marcelo Figoli asociado al grupo francés Illiad y con buen diálogo con Rodrigo Lugones, socio de Santiago Caputo. Tampoco tuvo éxito la oferta de los hermanos Olmos, dueños del diario Crónica y vinculados a la UOM.
La kirchnerización del gobierno libertario en su relación con los medios es tan evidente que Santiago Caputo, una vez conocida la noticia de la venta de Telefónica, publicó una foto de una bandera con la leyenda «Clarín Miente» desplegada en una cancha, durante el gobierno de Cristina.
La noticia cayó como una bomba en la Casa Rosada que de inmediato sacó un comunicado de tono kirchnerista, avisando que intentará bloquear la operación a través de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia porque entiende que se forma un monopolio que concentrará el 70% de las operaciones de telecomunicaciones del país.
La kirchnerización del gobierno libertario en su relación con los medios es tan evidente que Santiago Caputo, una vez conocida la noticia de la venta de Telefónica publicó una foto de una bandera con la leyenda «Clarín Miente» desplegada en una cancha, en el pico de la pelea del gobierno de Cristina Kirchner con el grupo que conduce Héctor Magnetto.
El comunicado de la Presidencia incluso apeló a la retórica kirchnerista en su impugnación de la operación: «Esta adquisición podría dejar aproximadamente el 70% de los servicios de las telecomunicaciones en manos de un sólo grupo económico, lo que generaría un monopolio formado gracias a décadas de beneficios estatales que recibió dicha empresa».
Es que el presidente Milei y su vocera no oficial, la diputada Lilia Lemoine, venían denunciando en las redes que el Grupo Clarín le daba una cobertura negativa a algunos temas del gobierno porque estaban en un juego de presiones vinculado a su intenciónd e quedarse con Telefónica.
Este mismo sábado, luego de reunirse con Trump, el presidente Milei volvió a lanzar esta acusación al responderle al periodista de TN, Gonzalo Aziz que había puesto en duda ese encuentro.
Esta adquisición podría dejar aproximadamente el 70% de los servicios de las telecomunicaciones en manos de un sólo grupo económico, lo que generaría un monopolio formado gracias a décadas de beneficios estatales que recibió dicha empresa.
Pero no se trataba de un berrinche más del Presidente. La pelea trascendió a lo institucional. El Enacom que controla Rodrigo Lugones sacó este domingo un comunicado advirtiendo que impugnaría una eventual compra de Telefónica por parte de Clarín.
«Ante versiones de público conocimiento en relación con la venta de la operación argentina del Grupo Telefónica, el Enacom informa que el marco regulatorio vigente establece un sistema de control sobre las transferencias, cesiones y adquisiciones de las licenciatarias de los servicios de TIC», publicó el Enacom y advirtió que la venta de Telefónica requiere de su autorización y de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNCD), a fin de proteger «los principios de libre competencia con el fin de evitar posiciones oligopólicas».
Esta advertencia no pareció preocupar a Telefónica ni al Grupo Clarín que avanzaron con la operación. La gran pregunta ahora en la política es si Clarín continuará con su cobertura favorable al gobierno de Milei, si el gobierno libertario cumple su promesa de trabarle la compra de Telefónica.
Milei pasó de militar a Zelensky a votar a favor de Rusia en la ONU
Javier Milei se alineó con Donald Trump y mandó a votar contra Ucrania en las Naciones Unidas. La toma de distancia de su admirado Zelensky no pudo ser más brutal: este lunes la Argentina se abstuvo de votar una resolución presentada por Ucrania y los países europeos que condena la invasión ordenada por Vladimir Putin y pide la retirada de tropas rusas.
El giro de los hermanos Milei es impresionante porque la Argentina por seguir a Trump terminó alineada con gobiernos que los libertarios condenan como comunistas, como la Colombia de Gustavo Petro o la Cuba de los Castro.
Milei militó fuerte a Zelensky y lo convirtió en una bandera de su gobierno para diferenciarse de la supuesta simpatía de los kirchneristas con la Rusia de Putin. El presidente argentino invitó al ucraniano a su asunción, luego lo vio varias veces y hace menos de un mes volvieron a encontrarse en Davos, donde un excitado Milei se abrazaba con Zelenzy mientras gritaba en un mal inglés «my friend». Antes de eso ante la asamblea de la ONU habló de una «aberrante» invasión de Rusia a Ucrania.
Todos estos giros fueron profusamente festejados por los trolls libertarios que ponían en sus cuentas la bandera ucraniana, los mismo que ahora siguen a su jefe, que a su vez sigue a Trump, y acusan a Zelensky de «dictador» y de robarse la mitad de la ayuda de Estados Unidos para la guerra contra Rusia.
La votación de los países en la Asamblea General de la ONU terminó con 95 votos a favor, 65 abstenciones y 18 votos negativos, entre ellos, el de Estados Unidos de Trump, que en un giro de política exterior como no se veía hace décadas ahora se alineó con Putin y copia su discurso: acusa a Zelenzky de «invadir» Rusia y le advierte que si quiere paz deberá ceder al menos u cuarto de su territorio a Rusia.
Con Estados Unidos votaron Bielorrusia, Burkina Faso, Burundi, República Centroafricana, Corea del Norte, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Hungría, Israel, Mali, Islas Marshall, Nicaragua, Niger, Palau, Rusia y Sudán.
El voto argentino marca una enorme contradicción en relación a la posición original de su gobierno respeto de la guerra en Ucrania. Milei invitó a Volodimir Zelensky a la asunción del 10 de diciembre de 2023 y mantuvo una reunión en una cumbre de paz realizada en Suiza que tuvo al ucraniano de protagonista.
Se produce además en el preciso momento que todos los líderes de Europa se reunieron en Kiev para ratificar su compromiso con Ucrania y la decisión de seguir enviando ayuda para que enfrente a Rusia, pese al paso al costado de Estados Unidos.
Allí, Milei respaldó «al pueblo de Ucrania» y repudió «cualquier forma de violencia, pero sobre todas las cosas la guerra como mecanismo ilegítimo de resolución de conflictos».
Luego, Zelensky le entregó la Orden de la Libertad, una medalla que se concede por méritos especiales a la hora de reforzar la soberanía y la independencia de Ucrania. El último encuentro entre ambos fue en enero en el Foro de Davos, en donde los hermanos posaron junto a Zelenzky y le dieron amplia difusión a la reunión.
Cuando estalló la guerra en 2022, Ucrania se volvió un tema espinoso para el peronismo por la relación histórica de Cristina con Putin. Esto fue aprovechado pero los libertarios que empezaron a poner banderas ucranianas en sus redes sociales.
Era tal el compromiso de Milei con la causa ucraniana que hasta evaluó enviar ayuda militar a Ucrania, inició gestiones para ser miembro pleno de la OTAN y evaluó viajar personalmente a Ucrania.
Claro está que todo esto sucedió antes que Donald Trump concretara su giro total pro ruso e iniciara una escalada contra Zelensky, que Milei parece dispuesto a acompañar. Sería gracioso sino diera un poco de verguenza ajena, ver a diputados y destacados trolls libertarios que responden a Santiago Caputo pasar de hacer de Ucrania una causa nacional a condenar a Zelensky por dictador y alinearse con Putin.
Cuando estalló la guerra en 2022, Ucrania se volvió un tema espinoso para el peronismo por la relación histórica de Cristina con Putin y la frase de Alberto en su visita a Moscú (un mes antes de la invasión) donde ofreció a Argentina ser «la puerta de entrada de Rusia a América Latina». Esto fue aprovechado pero los libertarios que empezaron a poner banderas ucranianas en sus redes sociales.
En las redes se burlan de la conversión camporista de los trolls libertarios contra Clarín
La Cámpora libertaria nació este lunes luego de que Javier Milei anunciara una guerra con Clarín por la compra de Telefónica Argentina.
En las redes se burlan de la conversión de los trolls de Milei y Santiago Caputo en una versión del kirchnerismo de 678 y el 7D.
Santiago Caputo compartió en su cuenta una bandera de Clarín Miente. Su secuaz Agustín Romo dijo «No al monopolio Clarín». «Vamos carajo, no a los monopolios», tuiteó El Trumpista. Lo mismo dijo Piti, otro de los trolls de Caputo.
La Derecha Diario, el blog preferido de Milei, se remontó a más de cuatro décadas atrás y 8395 kilómetros para justificar el embate contra Clarín. «Así como Estados Unidos desarmó el monopolio de AT&T en 1982, la Oficina del Presidente Javier Milei aseguró que analizará impedir la compra de Telefónica por parte de Clarín», publicaron.
En las redes se burlan de la conversión camporista de los trolls libertarios contra Clarín
La IA también tuvo su aporte: a Manuel Adorni lo representaron como Jorge Capitanich rompiendo un ejemplar de Clarín.
«Va a ser tan lindo hacer un puente», fue la canción más aludida, en relación al tema de La Franela que servía como cortina musical de 678. Luego de más de una década se volvió a hablar de Gabriel Mariotto y Martín Sabbatella, ex titulares del Afsca que encabezaron la guerra del kirchnerismo contra Clarín.