Tras una intensa lucha que mantuvo por un periodo extenso, la diputada sanagasteña Rosa Molina de Ferreyra (50) falleció a raíz de un cáncer gástrico que la afectaba, mientras luchaba por recuperarse y recibía asistencia en la Capital.
Según allegados, “entró en un coma profundo alrededor de las 09 de la mañana, estado que mantuvo hasta las 21:30”, cuando finalmente profesionales médicos confirmaron su deceso.
La legisladora recibía cuidados en un domicilio de la Capital, luego de un tratamiento al que había sido sometida en el Sanatorio de Mayo de Córdoba, donde acudió en noviembre pasado por un “cuadro de gastritis”, según informaban sus allegados.
Finalmente, con el transcurrir de los días el diagnóstico sobre su salud trascendió la esfera de lo privado, y llegó a la comunidad sanagasteña que había comenzado cadenas de oración pidiendo por su pronta recuperación. Sin embargo, a pesar de las esperanzas y el acompañamiento, la enfermedad pudo más y la legisladora no pudo superar el duro trance que le ocasionaron las sesiones de quimioterapia, siendo la última sesión a la que se había sometido “el pasado jueves”, confiaron fuentes cercanas.
Sus restos son velados en el Complejo Villa Mercedes de la calle Sarmiento del barrio Centro y serán sepultados en horas de la tarde en el cementerio de Villa Sanagasta..
Su estado de salud era un tema muy sensible y se había comenzado a notar durante el último proceso electoral del que participó como compañera de fórmula suplente del actual intendente José Aparicio en los comicios de octubre del 2013.
Allí, durante las caminatas, allegados a su sector habían comenzado a notar que la funcionaría estaba teniendo una notable pérdida de peso que luego, concluyó en un consulta con especialistas cordobeses.
Fue allí, al cierre de los comicios de octubre, cuando la diputada tomó un descanso para dedicarse de lleno a su salud. En este sentido, nunca bajó los brazos y a pesar de este inconveniente; participó por última vez de un acto público el 27 de noviembre del 2013 en el barrio Las Pampas, donde acompañó al jefe comunal quien por ese entonces, agradecía el apoyo de la gente en los comicios legislativos donde fue reelecto diputado.
Esta diputada tuvo una fuerte impronta en la política sanagasteña, siendo después de Doña Mabel Castro, la segunda mujer que asumió en un puesto de poder en la historia política de ese departamento.
Logró lo que para muchos era un trabajo impensado por la demanda de tiempo y el contacto cotidiano que demanda y que se definió como “la integración femenina en la clase dirigencial”.
Algunos de sus proyectos más importantes fueron: la creación de una Escuela de Oficios. También, contribuyó a generar espacios para el sector femenino y la familia con “La Casa de La Mujer y el Niño”.
Mientras que un tema pendiente, pero no menos importante fue su intervención para que el Gobierno provincial autorice la construcción del Nuevo Edificio para el Colegio Secundario de Villa Sanagasta. Proyecto que fue aprobado y seguramente, será su legado en esta fuerte impronta que dejó a su paso.