Redacción de RiojaLibre
«La interna del 8M fue perjudicial para el PJ: el candidato ya esta elegido y lo único que se logró fue profundizar las divisiones dentro del partido en cada Departamento». La frase pertenece a un ‘Pope’ del Peronismo riojanos, que mucho tuvo que ver en el armado de la Lista de Unidad del PJ.
Es por ello que se definió ‘evitar la competencia’ en este proceso de internas, cueste lo que cueste. Hasta el mismísimo Beder tuvo que levantar el teléfono para pedir/exigir a algunos caudillos que ‘entiendan’ que era conveniente enfrentar una competencia dentro del Partido.
Para que esto sea posible, la premisa que regía era ‘el Intendente tiene la última palabra’. Esto lo tuvo que respetar hasta un ‘mimado’ del ex Gobernador, Claudio Saúl, que debió hacerse a un lado y dejar que Cristian Pérez y Mario Guzmán Soria armen la lista del PJ en Chepes. Ese gesto que tuvo Saúl en Chepes, no lo tuvieron tres ‘bosettistas’ en Arauco, Milagro y Villa Unión.
Se trata de los únicos tres Departamentos donde aún queda algún resabio de estructura bosettista. En Arauco, las negociaciones se dieron hasta última hora, pero la Primera Dama de la Vicegobernación se empecinó en ‘competir’, aunque eso implicase la humillación de ‘convocar’ candidatas vía Facebook a cinco horas de cerrar las listas. La Intendenta Florencia López agotó su paciencia y tuiteó:
En Villa Unión, el espacio comandado por Oscar Chamía (aliado político más importante del Sr. Vicegobernador) no aceptó la preponderancia del tándem Sarruff-Páez, y también habrá elecciones el 11 de Diciembre.
En Milagros, el sector que responde a Leo Corzo (tío del ultrabosettista Miguel Dinópulos) tampoco obedeció la ‘orden de arriba’ de ‘no competencia’, y presentó una lista para disputarle la conducción del PJ al espacio que lideran el Intendente Pedro Ferrari y el Diputado Provincial Jorge Salomón.
En los tres casos, no habrá misterios, el resultado ya está puesto: la victoria del oficialismo es cosa juzgada. Es decir, el bosettismo presenta listas solo para ‘molestar’, demostrando su ‘rebeldía’ a la orden impuesta por Beder Herrera. Sin lugar a dudas, se trata de una reacción al descontento que siente el bosettismo por los escasos espacios que se le brindaron en la nueva estructura del PJ.